Diario de León

Seat. Medio siglo… ‘motorizando’

Sesenta y nueve años de historia ‘global’ en la marca. El ‘catorcetreinta’ destacó por su motor de 1.438 c. c. de altas prestaciones y gran robustez. Ocho diferentes modelos de Seat utilizaron aquel motor. Hoy, el nuevo 1.5 TSI (150 CV) ‘motoriza’ los Arona, León y Tarraco.

50 años nos contemplan… el motor 1430 (izquierda) lo montó Seat en hasta 8 diferentes modelos, el sucesor 1.5 TSI (derecha) anima al Arona, León, Ateca y Tarraco.

50 años nos contemplan… el motor 1430 (izquierda) lo montó Seat en hasta 8 diferentes modelos, el sucesor 1.5 TSI (derecha) anima al Arona, León, Ateca y Tarraco.

Publicado por
JAVIER FERNÁNDEZ
León

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Medio siglo… del ‘catorcetreinta’ . Aquel mítico tetracilíndrico guarda multitud de similitudes con una de las mecánicas más avanzadas del momento: el 1.5 TSI de 150 CV (tetracilíndrido turboalimentado con inyección directa de gasolina), enormemente evolucionado —es verdad— pero que —no es menos cierto— ‘bebe’ en las fuentes de su icónico ancestro; aún más, con la versatilidad por bandera, para que el fabricante pueda utilizarlo en diferentes modelos de sus catálogos… tampoco el ‘catorcetreinta’ se quedó corto en su momento.

Si el automóvil resulta ser un «conjunto de elementos», el motor es «su» fuente de movimiento, igual de importante —cuando no más— que el chasis, las suspensiones, la dirección, los frenos o la caja de cambios; eso sí, dos automóviles con idéntica motorización, pero con diferentes características ‘periféricas’ resultan, en la práctica, coches completamente distintos.

A lo largo de los años —50 de los 69 que tiene Seat—, el motor «1430» ha contabilizado un gran éxito comercial.

Cronológicamente, el Seat 1430 de 1969 —y sus diferentes versiones— fue el pionero en recibir aquella mecánica, seguido del 131 (1975), el 124 D Especial del mismo año, los Sport 1430 y 128 de 1977, el Ritmo 75 (1979), el Fura Crono (1982) y el Ronda 75 de 1983; sin olvidar la «Fórmula 1430», los monoplazas del certamen monomarca promocional para pilotos noveles —o no tanto… entonces— puesto en marcha por Seat a principios de la década de los 70.

Ahora, el 1.5 TS, sucesor por ‘vía directa’ del ‘catorcetreinta’ , con solamente 60 centímetros cúbicos más que ‘el abuelo’ lo utiliza Sat en la nueva generación del Ibiza, en el Arona, el León y el Ateca, además de en el más reciente ‘buque insignia’ Tarraco.

Igual que sucedía en 1969 con el 1430 de 70 CV, el nuevo 1.5 TSI de 150 CV entrega su potencia, constante y contundentemente, hasta prácticamente las 6.000 vueltas y con un par de 25,6 metros/kilo entre 1.500 y 3.000 vueltas; es decir, elasticidad asegurada.

Producido entre 1969 y 1975 como una evolución del 124, el 1430 lucía un frontal radicalmente distinto: faros dobles cuadrangulares, calandra con rejilla dispuesta en dibujos rectangulares y unos exclusivos pilotos traseros siempre, claro está, con carrocería tricuerpo —maletero separado— de 4 puertas y disposición «clásica»; es decir, motor delantero y propulsión trasera, con el diferencial situado sobre el eje rígido zaguero, que mejoraba el comportamiento dinámico con respecto a la «trompeta» atornillada al diferencial que se utilizaba en el 124. El doble circuito de frenos independiente (4 discos y servofreno), con regulador automático de la frenada, que actuaba sobre el eje posterior para potenciar la frenada en función de la carga del coche… todo un adelanto en su momento.

También «lujosos» elementos estéticos, que conferían al 1430 un mayor empaque: detalles cromados a todo lo largo de la carrocería, manillas de las puertas encastradas y, en el interior, asientos delanteros más ergonómicos, reclinables y con un tapizado de mayor calidad, un apoyabrazos central en la banqueta trasera; generosa consola central y un modernista tablero de instrumentos, con dos relojes de gran tamaño que propiciaban una excelente información al conductor: velocímetro y cuentarrevoluciones (no tan habitual en la época), chivato de luces y de temperatura del aceite, nivel de combustible, cuenta-kilómetros total y parcial, reloj electrónico… de forma que el ‘catorcetreinta’ mejoraba sensiblemente con respecto a su antecesor ‘cientoveinticuatro’ .

Justo un año después, se presentaba la carrocería de 5 puertas (1970), la ‘ranchera’ de amplío portón trasero que mantenía las aplicaciones técnicas de la berlina homóloga. Tres años después (1973), el 1430 ‘Potenciado’ ganaba 5 caballos suplementarios gracias a modificaciones en la culata y a distintos reglajes de la carburación; también ligeros cambios frontales para mejorar la refrigeración, además de la adopción de un electroventilador.

Tras la aparición de los FU-1.600 y FU-l.800 (véase texto adjunto), el 131 tomaría el relevo (1975) de la mecánica ‘catorcetreinta’ con una carrocería una veintena de centímetros más larga y dos versiones: 131 L (75 CV) y 131 E (motor 1.592 c.c.), el primero caracterizado por dos grandes faros rectangulares y cuatro circulares en el «E»; parachoques muy envolventes y rematados en sus extremos por una protección de goma; amplitud interior y asientos con reposacabezas articulados y, sobre todo, suspensión delantera McPherson y eje rígido trasero, aunque con barra estabilizadora transversal (‘Panhard’). Su instalación eléctrica supuso toda una revolución: reagrupación, ordenada y esquematizada, de relés y fusibles… como hoy.

Las versiones ‘Mirafiori’ (por la fábrica italiana) y ‘SuperMirafiori’, presentadas en septiembre de 1978, montaban el motor 1.430 y, en 1981, con el la tercera serie del 131, se incorporó el motor de 77 CV y el cambio de 5 velocidades, como en el familiar ‘5 Puertas’ y ‘Panorama’.

Después… 124 D Especial, cuando Seat adquirió la pamplonica factoría de AUTHI (Landaben), también con versiones familiares; y el 128/1430 de 67 CV, situado en catálogo entre el 124 y el 131; y el ‘diferente’ Sport 1430 «Bocanegra», por el singular parachoques negro de poliuretano y los sobredimensionados faros delanteros; y el Ritmo 75 —en referencia a su potencia— y el Ronda («hubo» que cambiar el nombre, por Fiat… ya saben); y aquel ‘carrerista’ 127, llamado Fura Crono (75 CV) pintado en tres exclusivos colores: «Negro Metalizado», «Plata» y «Rojo Rally»; faros antiniebla, llantas de aleación, faldón delantero bajo el parachoques, un alerón rematando el techo y otro bajo la luneta trasera, además de una carcasa sobre la toma de aire del capó.

Lanzado a principios de 1985, el Fura Crono —o que hoy sería un ‘mini Cupra’ — fue el último Seat animado por el ‘venerable’ motor 1.430.

A partir de ahí… Arona, Ateca, Tarraco, novedades del XXI en los catálogos de la ‘Sociedad Española de Automóviles de Turismo’ , animadas (mucho… «muy» animadas) por ‘este’ 1.5 TSI 150 CV, heredero genealógico de ‘aquel’ 1430 que tantos días de gloria —comercial y deportiva— diese a ‘la Seat’ , como siempre se denominó en el ideario automovilístico a la marca española —permítaseme recalcar lo de… «española»—, continúa… ‘arrancando’ sensaciones. ¡Feliz cumple !

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