Diario de León

Laciana

«El alcalde, Mario Rivas, se ha quedado con una finca de mi familia y voy a denunciarlo»

Javier Barrenetxea denuncia que el regidor ha puesto a su nombre en el Catastro la finca 301 «que es de mi madre»

Javier Barrenetxea en la finca que consta como propiedad de su abuelo en el Registro de la Propiedad. MARCIANO PÉREZ

Javier Barrenetxea en la finca que consta como propiedad de su abuelo en el Registro de la Propiedad. MARCIANO PÉREZ

León

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Es la definición que ha de ser utilizada para la presunta actuación delictiva que el alcalde de Villablino, Mario Rivas, ha desarrollado durante los siete años que lleva como regidor de la capital de Laciana. Diario de León ha sido capaz de encontrar hasta este momento al menos tres fincas que Rivas López se inscribió como propias en el Catastro y en el Registro de la Propiedad sin contar con sus propietarios reales, algunos de los cuales se han enterado de estas maniobras a través del periódico.

«Solemos ir a la braña porque tenemos una cabaña. Yo sabía que mi abuelo tenía tres fincas, una de ellas, que linda al sur con la carretera y cuando vi que Mario Rivas había construido la nave y perimetrado todo pensé que había algo que no estaba bien». El que habla es Javier Barrenetxea, un empresario vasco procedente de Laciana que acusa al alcalde de poner una finca de su propiedad en el Catastro.

Acusación

«Los vecinos de Villablino deben ponerse las pilas porque aquí hay muchos más perjudicados»

Esta finca también se encuentra en la braña de San Miguel, lugar que los Rivas López eligieron para el crecimiento de su explotación ganadera. Se trata de la parcela 301, que Mario Rivas inscribió como propia en el Catastro y que, sin embargo, pertenece a los herederos de Fermín Álvarez Rubio, fallecido en 2014, según consta en el Registro de la Propiedad. La finca tiene una superficie de 6.701 metros cuadrados y consta como Pascón de la Cabén, nomenclatura antigua que mantiene en su inscripción registral.

Según el Registro de la Propiedad número 2 de Ponferrada, el Pascón de la Cabén corresponde a la finca 301 del Polígono 6, en el inicio de la braña de San Miguel, y documentos conseguidos por Diario de León demuestran que Fermín Álvarez Rubio, el abuelo de Javier Barrenetxea, lo compró junto con otras fincas por 400.000 pesetas en 1981 a Gabriel Drake, uno de los herederos de la conocida familia Gancedo.

Javier Barrenetxea indica que la herencia de su abuelo aún no se ha ejecutado y que la beneficiaria directa es su madre. «Mi intención es denunciar al alcalde, a Mario Rivas, por apropiación indebida. Además, me gustaría saber cómo es posible que esta inmatriculación se haya ejecutado sin presentar ningún documento de propiedad», destaca.

«Mi madre está al corriente de todo, a la espera de que aparezca en el periódico. Ahora está de viaje pero cuando vuelva pondrá la denuncia», precisa Barrenetxea. Hasta el momento, Diario de León ha dilucidado que Mario Rivas y su hermano se han hecho con al menos cuatro fincas en esa misma zona. Una de ellas es la 298. Fue adquirida a los liquidadores de la MSP —CMC en el momento de la compra— a pesar de que el propio Rivas votó a favor de una moción de IU en el año 2016 que defendía que las propiedades adquiridas por la empresa minera para la explotación del Feixolín revirtieran en el pueblo cuando esta finalizara.

Entrada a la propiedad de la familia Rivas. MARCIANO PÉREZ

Entrada a la propiedad de la familia Rivas. MARCIANO PÉREZ

Además, hay que subrayar que en los concejos que se celebraron hasta que se firmó el convenio entre MSP y la comisión de representantes de la junta vecinal y que nombró el por entonces alcalde, Pedro Fernández, el padrino de su entrada en política con el partido MASS en 2011, están las firmas del padre de Mario Rivas, de su madre, de su hermano y de su abuelo: Constantino Rivas, Concepción López, Rubén Rivas y Fermín López Rubio. Es decir, el alcalde no sólo conocía la existencia de este documento por su responsabilidad como regidor, sino porque su propia familia colaboró de manera activa para llegar al acuerdo que preveía la donación al pueblo. Además, está en litigio una finca —la 296— que el propio Rubén Rivas asegura haber comprado al hermano de Antonio Arias Tronco y cuyos documentos demuestran que es propiedad del empresario. Esta parcela fue el origen de la paliza que este sufrió a manos del hermano del alcalde, cuya grabación fue publicada por Diario de León.

Además, Mario Rivas tampoco ha podido explicar cómo adquirió las fincas 306 y 297, a pesar de que este periódico le ofreció la posibilidad de hacerlo.

Las parcelas 292, 293 y 294, también propiedad de la familia Rivas López, adquiridas asimismo en la liquidación de CMC, albergan los restos de un antiguo cargadero de carbón de la explotación del Feixolín que ha sido convertida por Mario Rivas y su familia en un almacén que se está utilizando para albergar cabezas de ganado a pesar de que el Plan General de Ordenación Urbana del propio Ayuntamiento lo prohibe. De hecho, en el propio expediente de concesión de la licencia consta que el uso que se dará a la nave será exclusivamente de almacenamiento agropecuario. En total, la superficie en esta zona de la braña de San Miguel de la que se han apropiado presuntamente Mario Rivas y su familia asciende ya a los 31.500 metros cuadrados.

Llamamiento a los vecinos

Javier Barrenetxea destaca que una de las razones por las que ha querido aparecer en el periódico y denunciar la presunta apropiación de la finca 301 se debe sobre todo a su motivación de dar la voz de alarma. «Los vecinos de Villablino deben ponerse las pilas porque aquí hay muchos más perjudicados». Afirma que todos los que crean que les ha pasado algo similar deberían compartir información necesidad de que los vecinos compartan la información para componer las «piezas del puzzle que aún faltan». Y es que considera que aún quedan más fincas por salir a la luz.

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