La alcaldesa de Urdiales afirma que no tiene competencia sobre la torre

La alcaldesa de Urdiales del Páramo, Gregoria Manjón, afirmó ayer que el Ayuntamiento no tiene competencia sobre la torre de la iglesia pero que, de todos modos, desde el primer día se puso a disposición de la Diócesis de León para colaborar en todo lo que fuera necesario. De esta manera quiere dejar claro que no es responsabilidad del consistorio el derribo o no de la misma sino que su prioridad es garantizar la seguridad de los vecinos y de los inmuebles cercanos.

El pasado 24 de enero se derrumbó parte de la torre de la iglesia. Inmediatamente se personó en el lugar la Guardia Civil y la propia alcaldesa y acordonaron la zona. También acudió ese mismo día el técnico de la Diócesis de León y un equipo de bomberos que, en la primera inspección ocular, determinaron que la torre había sufrido daños estructurales graves que amenazaban con que se viniera toda abajo.

Ese mismo día se desalojaron las viviendas más cercanas dada su proximidad y el Ayuntamiento ofreció a una matrimonio que vivía en una de ellas costearle la estancia en un hotel.

Según señala la alcaldesa, al día siguiente el técnico municipal se personó en el lugar y emitió su informe que deja claro que procede «la declaración urgente de ruina, con la necesidad de demolición urgente de la torre-campanario».

También emitió su propio informe el técnico de la Diócesis de León que coincide con el del técnico municipal, señalando que está en una situación de «ruina inminente».

Se trata de un edificio de tapial revestido de ladrillo y revoco de cemento. No cuenta con ninguna protección especial, pero sí es un bien patrimonial.

Ambos informes fueron remitidos a la Junta de Castilla y León y a la Diputación de León.

La iglesia de Urdiales del Páramo está inmatriculada a nombre de la Parroquia de Urdiales del Páramo, «por lo que el Ayuntamiento no tiene ninguna competencia sobre la misma», subraya la regidora. Pero de todos modos, asegura, «nos hemos puesto a disposición de todos los organismos para colaborar en todo lo que esté en nuestras manos. Nosotros no tenemos ninguna intención en tirar la torre pero lo primero es salvaguardar la seguridad de las personas y de los inmuebles».

Manjón señala que los informes técnicos ha sido expuestos al público para el conocimiento de todos los vecinos.

El desmontaje de la torre es muy complicado técnicamente ya que habrá que hacerlo casi de manera manual para evitar que se venga abajo en el proceso. Se necesitan grúas especiales, maquinaria pesada que no está en la provincia de León.

Ayer mismo desde la Diócesis de León no eludieron su responsabilidad y aseguraron que la sintonía es total con el Ayuntamiento con el trabajan de manera conjunta desde el primer momento.

Además anunciaron que este mismo jueves habrá una reunión en el Obispado de León en la que participarán todas las administraciones implicadas (Junta de Castilla y León, Diócesis de León, Ayuntamiento y el párroco) para tomar la mejor solución posible.