El cortejo incluía 64 pendones y 38 cruces

Un total de 58 pendones y seis pendonetas encabezaban la comitiva que precedía a la Virgen de la Lluvia. Banderolas de todas las comarcas ubicadas al abrigo del castro, pero también procedentes de otros puntos de la provincia, formaban el cortejo que, en determinados puntos del recorrido, era perfectamente visible a varios kilómetros de distancia. Además, los romeros portaron como acompañamiento 48 cruces parroquiales.

Los mozos pujaron con gallardía los pendones, muchos de los cuales alcanzan hasta los quince metros de altura, mecidos aquéllos por una suave brisa en ciertos momentos del trayecto. El rezo del rosario y cánticos marianos acompañaron a la talla hasta el santuario. Cuando los romeros ya divisaban éste en la distancia, una vez alcanzada la carretera de Castrotierra, la interminable comitiva provocó largas colas entre los vehículos que se dirigían al templo.