ECONOMÍA Y CAMPO
Luz verde al centro de calidad del lúpulo de León
La Junta y la Enac aprueban el centro de certificación, los cultivadores aceptan redefinir su relación con la SAE
Una explotación de lúpulo en Carrizo de la Ribera
El centro de certificación impulsado por la Sociedad Agraria de Transformación (SAT) Grupo de Cultivadores de Lúpulo ya dispone de la autorización administrativa de la Junta de Castilla y León y ha completado los trámites ante la Entidad Nacional de Certificación (Enac) para controlar la calidad de este cultivo desde su origen hasta que llega a la industria cervecera, según informó el presidente de la SAT, Isidoro Alonso, a la asamblea general de socios.
A falta de su publicación, Laboratorios Agrovet se convierte en el primer centro de certificador que se crea en España según la normativa europea, lo que permitirá a los cultivadores la venta de su producción a cerveceras que no forman parte de la Sociedad Anónima Española de Fomento del Lúpulo (SAE) y les abre la puerta al mercado exterior. «Las microcerveceras demandan lúpulo de León y hasta ahora no se lo podíamos vender», explicó Alonso, que subrayó que España —y en especial León, con el 98% de la producción— arrastra la carencia de laboratorio certificador «desde hace 40 años».
El Grupo de Cultivadores de Lúpulo —que estudia ahora un cambio de nombre, con Lupuleros de León como principal opción— decidió en su última asamblea un cambio estatutario que permita a la SAT redefinir su relación con la SAE, de forma que la primera pueda defender el cumplimiento de los contratos con la última —hasta ahora única cliente de los lupuleros— firma con sus miembros.
La asamblea también conoció el proyecto de investigación que se ha encargado a Agrovet para conseguir variedades propias de León, «que aportarían un plus de calidad a las cerveceras que las utilicen en su producción. El futuro pasa porque el organismo certificador obtenga híbridos y sus patentes», señaló el presidente de los cultivadores, que indicó que el esfuerzo investigador que existe en Europa y, de manera especial, en Alemania, no se ha producido en España.
El retraso del sector en este sentido con respecto a Europa se compensa en alguna medida con «el mayor número de horas de sol» de las que disfruta la planta y por «un terreno adecuado para que gane ácidos alfa». La asamblea, en la que destacó la amplia mayoría en la adopción de los acuerdos, es especialmente consciente de que León «necesita ponerse a trabajar ante el intento de Galicia y Cataluña por introducir el lúpulo en estas comunidades».