Diario de León

Una nueva generación al rescate

Una gallega de 35 años compra la farmacia de Pobladura de Pelayo García en una clara apuesta por el medio rural, tras la jubilación de la anterior propietaria que llevaba 40 años en el pueblo

León

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Sin servicios básicos no hay futuro. Bien lo saben las gentes del medio rural, que llevan años viendo cómo día a día se van quedando con menos. Pero, a veces, hay luz al final del túnel.

Los vecinos y el Ayuntamiento de Pobladura de Pelayo García llevaban meses pendientes de su farmacia. Su propietaria se jubilaba y no se sabía si alguien sería capaz de tomar el relevo. Ha sido una joven gallega quien ha apostado por dejar su tierra y venir a este pueblo paramés. Una historia paralela a la de su antecesora, pero en unas circunstancias muy distintas.

Corría el año 1984 cuando María Victoria Prado Toledano llegaba desde Cuidad Real, con apenas 31 años, para montar una farmacia en Pobladura de Pelayo García. Antes había estado trabajando en Madrid y venía a un pueblo desconocido para ella en la provincia de León. En aquel momento la localidad tenía cerca de 900 habitantes. Aquí hizo su vida, tuvo a su hija y se convirtió en una vecina más. Muy querida. Tanta ha sido su estima por el pueblo que alargó su jubilación hasta encontrar sucesora.

Y bien que lo saben los vecinos, que se lo supieron agradecer el pasado martes con una placa y un ramo de flores entregado por el Ayuntamiento en nombre de todos. Y, sobre todo, con su masiva presencia para mostrarle su cariño. Una frase suya resume su sentimiento: «Si volviera atrás y pudiera volver a elegir donde ir, sin duda volvería a Pobladura».

El acto sirvió, al mismo tiempo, para dar la bienvenida a la nueva propietaria, Silvia Frecha Ferreiro, una joven de 35 años también llegada a tierras desconocidas para ella. Es natural de la localidad gallega de Milladoiro (Ames), muy cerca de Santiago de Compostela, que ha comprado la farmacia y la vivienda en la que se ubica. Toda una apuesta de futuro. Cuenta que empezó a trabajar en Laxe, un pueblo de la Costa Da Morte, hace 11 años. Después también estuvo en La Coruña y Vigo. Asegura que «de pequeña viví en una aldea y, con el paso del tiempo, me di cuenta que donde hay una mejor calidad de vida es en un pueblo». Recién llegada a Pobladura, «ya me he dado cuenta de la amabilidad y cercanía de la gente. Así que estoy muy agradecida y muy contenta». Al mismo tiempo destaca que «los vecinos valoran y apuestan por los servicios que tienen».

Dos historias gemelas con casi cuarenta años de diferencia y con un pueblo que ha pasado de los casi 900 habitantes de entonces a los cerca de 400 de hoy. Eso sí, que ha mantenido y aumentado ligeramente pasando de los 373 de 2019 a los 388 de 2021. Hay futuro. No todo está perdido.

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