Diario de León

ABUSOS SEXUALES EN LA IGLESIA

El obispo Menéndez decidió la pena del cura abusador

La víctima de Ramos Gordón muestra el documento en el que el prelado de Astorga se responsabiliza de la sentencia impuesta al cura

Imagen de parte de la carta del obispo a Javier. DL

Imagen de parte de la carta del obispo a Javier. DL

Publicado por
CRISTINA FANJUL /EP | LEÓN

Creado:

Actualizado:

Fue él y no la Congregación para la Doctrina de la Fé el que decidió «las medidas» que se pondrían a José Manuel Ramos Gordón». Javier, la víctima de las agresiones sexuales del sacerdote en el seminario de La Bañeza muestra la carta enviada el 9 de mayo de 2016 en la que Juan Antonio Menéndez asume la responsabilidad de la sentencia y lo hace con las siguientes palabras: «Con decreto del 6 de mayo de 2016 he ordenado que se ejecuten las medidas que yo mismo había establecido el 10 de febrero de 2016 y que fueron ratificadas por la Congregación para la Doctrina de la Fe, en escrito de 5 de abril de 2016: privación del oficio de párroco durante un periodo no inferior a un año, en el que tendrá un seguimiento tutelado por otro sacerdote, realizará ejercicios espirituales de mes y desarrollará labores asistenciales en favor de los sacerdotes ancianos e impedidos».

Sobre las informaciones que le relacionan con la ocultación de un caso de abusos a un menor, Menéndez ha señalado que cuando llegó a la nueva diócesis, «este caso estaba prácticamente terminado». En todo caso, ha asegurado que no encubrió «a nadie». «Todo lo contrario, hice una investigación exhaustiva de todo lo que había ocurrido», ha apostillado. «Sólo hice el decreto final y lo envié a la congregación para la doctrina de la Fe, que es la competente en estas cuestiones. La congregación resolvió a los cuatro meses y comuniqué a la víctima y al sacerdote la resolución», ha explicado. Además, ha indicado que la víctima quiso entrevistarse con él y le pidió «300.000 euros fuera del proceso como resarcimiento». «Yo le dije que eso no podía hacerlo fuera del procedimiento. Y entonces anunció que haría público el caso. De ahí surgieron otros casos, por lo que pedí una investigación exhaustiva de lo que había sucedido en esos colegios», ha añadido.

Javier niega todos los extremos de estas manifestaciones. «Y lo hago con pruebas, no como ellos, que sólo hablan», critica. Se pregunta además la razón por la cual no se tuvo en cuenta en la citada sentencia el delito de reincidencia por la que se abrió una segunda investigación a Ramos Gordón. «Abusó de mí y de mi hermano», recuerda, al tiempo que se dirige a Sevillano para pedirle que deje de mentir: «En mi sentencia, el obispo se quiso burlar de mí y todo se silenció hasta el punto de que nada se hizo público y se permitió que Ramos Gordón recibiera un homenaje después de haber sido condenado.

El expediente del proceso

Dice que hay que colaborar con las víctimas en todo lo que sea requerido, pero les pido el expediente de mi proceso y me contestan que está en Roma y es imposible. Y eso que sé de manera fehaciente que tienen una copia en una caja fuerte del Obispado. Me lo dijo el anterior vicario judicial». Javier, el niño que fue víctima de abusos en el seminario de La Bañeza junto a su hermano por parte del cura José Manuel Ramos Gordón, pide a la Iglesia que deje de «humillar» a las víctimas. «Si ni tan siquiera son capaces de darme el expediente, ¿de qué hablan?. Sólo saben decir palabras huecas, que no significan nada, y engañar». Javier no tuvo la posibilidad de acceder a la confesión del agresor, «el delincuente», como él le llama, ni a las declaraciones realizadas por quienes encubrieron los abusos. «Además, sé que hubo once sacerdotes que pasaron por la vicaría para prestar declaración», explica. Sabe que Francisco Javier Redondo (hoy vicario de Pastoral en Ponferrada y por entonces tutor de los menores) reconoció que él mismo informó al vicario, al obispo y al rector de lo que estaba pasando».

tracking