Un proceso de siete fases que aún no ha arrancado
La elaboración de los convenios para la transición justa de los territorios mineros conlleva varias fases, con sus plazos específicos. En primer lugar, se debe delimitar el ámbito geográfico del convenio para cada zona en base a la metodología y criterios establecidos.
A continuación, se procede a la elaboración de un documento de caracterización y diagnóstico preliminar para cada una de las zonas.
En tercer lugar llega el momento de la firma de los Protocolos de Actuación y la realización de un proceso de participación pública que permita involucrar a los distintos agentes en cada una de las zonas. Son especialmente atendidas sus aportaciones al documento de caracterización y diagnóstico y sus propuestas sobre posibles proyectos e inversiones y la estrategia de desarrollo local para la zona. En esta fase es en la que se encuentran los convenios asturianos.
Después llega la finalización del documento de caracterización y diagnóstico en base a las contribuciones realizadas por los distintos agentes del territorio. Las dos últimas fases previstas por el Ministerio para la Transción Ecológica son, en primer lugar, la identificación final de potenciales inversiones y proyectos en cada territorio, análisis de viabilidad de los mismos y selección en base a indicadores y, finalmente, la identificación de fuentes de financiación y otras formas de apoyo que permitan la ejecución de los proyectos seleccionados.