Santibáñez mantiene la mayor colonia de cigüeñas de León con sesenta nidos
Los vecinos ayudan desde hace treinta años a anidar a las zancudas en una zona de chopos y robles y reponen los «hogares» que caen al suelo por el peso o el viento
El claqueteo de un centenar de cigüeñas vuelve a despertar desde hace un mes a los vecinos de Santibáñez del Bernesga, donde se concentra en las últimas décadas la mayor colonia de zancudas blancas de toda la provincia.
La llegada de las aves a estos parajes no es casual. Sus habitantes se han preocupado desde los años ochenta en ayudarlas a anidar, desmochando la parte superior de los árboles y reconstruyendo con ramas los nidos que se caen por el peso o el viento.
Las parejas de la colonia prefieren instalar sus -˜hogares-™ en los chopos de la zona, aunque también utilizan robles, olmos, plátanos y pinos. En total, se contabilizan sesenta nidos, que han sido incluidos en una de las rutas de patrimonio natural que promociona Cuatro Valles.
Los vecinos no recuerdan porqué comenzaron a mimar a las cigüeñas, aunque entienden «que mejorar la suerte de los animales» es una cuestión de humanidad. Su esfuerzo ha sido apreciado por estas aves, que han multiplicado su presencia anual en Santibáñez, ya que hace cuarenta años sólo había dos nidos en la llanura, según recuerdan.
«Observamos que a las cigüeñas, que son aves que huyen del calor de la estepa, les gustaba mucho este paraje, con abundancia de comida y humedad, y decidimos ayudarlas limpiando un poco las copas de los árboles para favorecer que instalaran sus nidos y reponiendo la base de los que se caían», precisan. La alimentación de estas zancudas incluye insectos, anfibios y reptiles que deben capturar en el río Bernesga y en los múltiples canales y presas que existen en toda la ribera.
Los números cantan. Según los estudios de la fundación Seobird, España alberga una de las poblaciones más importantes del mundo de cigüeña blanca, junto con Polonia y Ucrania, y en tan sólo diez años la población registrada creció un 99,59 por ciento. La mayor parte de las aves se encuentra en la zona occidental de la Península Ibérica, siguiendo un itinerario que se ajusta a la antigua Vía de la Plata, desde Mérida a Astorga. De ahí que León, Badajoz, Cáceres, Salamanca y Zamora posean los mayores censos de cicónidas.
El catedrático de Zoología, Francisco Purroy, destaca que antaño prácticamente todas emigraban al continente africano para alimentarse, especialmente de saltamontes, en países como Nigeria, Mali o Chad. Sin embargo, el último cambio observado por los expertos indica que ahora las poblaciones de estas aves migratorias permanecen en zonas templadas de España, principalmente en torno a los ríos y macro-vertederos como el de Sevilla.
Desde el Sur. Así que la mayor parte de las cigüeñas moradoras en Santibáñez se han desplazado desde Andalucía y Extremadura, «ya no de África», puntualiza Purroy.
Los vecinos confían en que este año «no se vea tan mermada la cría de las cigüeñas como el anterior, que fue muy seco y escaseó la comida». Si como decía Gandhi, «a una civilización se la puede juzgar por la forma en que trata a sus animales», los habitantes de este pequeño pueblo del municipio de Cuadros pasarán a la historia por demostrar su aprecio a las cigüeñas.