Cuatro casquillos en la fosa de Candemuela
La ARMH busca a tres o cuatro personas represaliadas del franquismo en Babia
Casquillos de fusil Mauser. DLRMA
Cuatro casquillos de un fusil tipo Mauser son las primeras evidencias de los fusilamientos que acabaron con la vida de tres, o puede que cuatro personas, en La Llera de Candemuela, en el municipio de San Emiliano, la noche del 28 de octubre de 1936.
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) inició ayer la búsqueda de Alipio Alonso Tejerina, de 34 o 36 años, de profesión labrador y maestro; de su padre Víctor Alonso, de 70 años, y Manuel García, de 70 años, los tres vecinos de Torrebarrio. Fueron asesinados a apenas tres kilómetros de su casa.
Una cuarta persona, en este caso una mujer, Teodora Alonso Tejerina, de 33 años y hermana de Alipio, podría estar en la misma fosa. Fuentes familiares y el alcalde de San Emiliano creen que la mujer, soltera al igual que su hermano, pudo ser asesinada en el mismo paseo, aunque las fechas de las partidas de defunción no coinciden.
Aparte de los cuatro casquillos hallados con un detector de metales — uno de ellos encontrado uno en la fase previa de prospección el pasado mes de febrero— los voluntarios de la ARMH realizaron varias zanjas con una máquina retroexcavadora, tal y como figura en el proyecto de exhumación aprobado por la Junta de Castilla y León.
El informe acredita que las personas desaparecidas que buscan sus familiares son represaliados del franquismo y no víctimas de guerra. El lugar donde se sitúa la fosa estaba a poca distancia del frente de batalla, pero todos los pueblos de Babia, excepto Torrestío, habían quedado bajo el dominio de los golpistas desde el 12 de agosto de 1936 tras penetrar en la zona una columna motorizada formada por cuatro compañías que, «tras la resistencia inicial que se encontraron en Los Barrios de Luna, el 12 de agosto ocuparon San Pedro de Luna, llegando a San Emiliano y la Vega de los Viejos».
En el caso de Alipio se han hallado pruebas escritas en el Centro Documental de la Memoria Histórica de su afinidad con la República, al solicitar ser repuesto en una plaza de maestro de la que le habían apartado «una minoría de hipócritas y fascistas» por instruir «laicamente» a su alumnado.
Hoy prosiguen los trabajos de exhumación que coordina Marco Antonio González, vicepresidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, y que cuenta con el arqueólogo Serxio Castro Lois y el antropólogo Gonçalo Nuno Carnim, además de voluntariado de distintas especialidades. La previsión de la búsqueda son dos días.