Diario de León

Beatriz Robles Martínez | Tecnóloga de los alimentos y graduada en nutrición humana

«Una intoxicación alimentaria puede comprometer la vida»

León

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«Treinta y nueve de fiebre. Debilidad extrema. Dos semanas sin moverme del baño y dando las gracias al constructor de turno por haber colocado el váter frente al bidé y permitirme dar rienda suelta a mi salmonelosis con mayor desahogo». Con esta confesión arranca el libro Come seguro comiendo de todo de la leonesa Beatriz Robles. Aquel episodio «entre suero y escalofríos» despertó la curiosidad por la seguridad alimentaria. A base de ciencia y experiencia, con lenguaje ameno y sentido del humor, esta licenciada en Tecnología de los Alimentos y graduada en Nutrición Humana, ofrece pautas y consejos prácticos para garantizar el seguridad alimentaria en el día a día.

—¿El coronavirus ha trastocado el libro? ¿Ha tenido que cambiar cosas sobre la marcha?

—Se ha reconducido con un apartado específico pero es un libro que habla de seguridad alimentaria en general. Las medidas que nos protegen de otras intoxicaciones nos protegen también del Covid-19.

—El brote de Pekín se ha producido en un mercado. ¿Qué relación tienen los alimentos con el Covid-19?

—Hasta donde se sabe los alimentos no son fuente de transmisión. Pero hay que ser prudentes porque este virus nos está sorprendiendo y el conocimiento científico se genera a la vez que nos está atacando. En el nuevo brote de Pekín el virus se ha encontrado en una tabla de cortar salmón y se barajan dos hipótesis: la contaminación ambiental (un estornudo) o que viniera contaminado el alimento.

Responsabilidad
«La seguridad alimentaria no sólo depende de la industria, también de la manipulación en casa»

—¿Cuáles son las enfermedades alimentarias más típicas que podemos evitar con una buena conducta?

—Las salmonelosis es la más conocida, pero no debemos reducirlas a los problemas intestinales. Una intoxicación alimentaria puede comprometer la vida. Por ejemplo, la listeria en personas sanas no tiene trascendencia, pero en grupos de riesgo como las embarazadas puede causar abortos, malformaciones, meningitis.

—Algunos de sus consejos chocan con el diseño de los frigoríficos. ¿Por qué no es aconsejable conservar los huevos o la leche en la puerta?

—Están diseñados con un criterio de comodidad más que de seguridad alimentaria. Es la zona del frigorífico con más fluctuaciones de temperatura y por tanto no es aconsejable colocar ahí alimentos como los huevos y la leche, de origen animal, son los de más riesgo. Es preferible usar esa zona para refrescos, mermeladas, salsas, margarinas.

—La crisis del Covid-19 ha puesto de moda la lejía para todo. En su libro también está muy presente incluso como desinfectante alimentario. ¿Es segura?

—Hay que distinguir entre lavar y desinfectar. Hay alimentos que con un simple lavado es suficiente. La lejía se usa para desinfectar verduras y frutas (hay que fijarse que en la etiqueta ponga que es apta para desinfectar agua de bebida) utilizando la dilución adecuada: 4,5 ml por cada tres litros de agua y siempre aclarando posteriormente.

—¿Hay mayor concienciación con la seguridad alimentaria a raíz de esta pandemia?

—Ha salido a la luz que hay algo que se llama seguridad alimentaria, que la industria lo tiene muy claro, pero no tanto la población. Han pasado las épocas de otras crisis —colza, vacas locas...— y nos hemos olvidado. Ahora somos más sensibles y conscientes de nuestra vulnerabilidad. Y sabemos que no sólo hacen falta controles estrictos en la cadena alimentaria sino que también es importante cómo manipulamos los alimentos en casa.

Seguro sí, no sano
«Hay muchos productos insanos dirigidos a la infancia como cereales con un 25% de azúcar»

—¿Cuáles son los consejos básicos para la compra en tiempos del Covid-19?

—La Agencia de Seguridad Alimentaria y Nutrición aconseja que frutas y verduras se laven adecuadamente bajo el grifo y si se consumen crudas o con piel se desinfecten. Respecto a los envases conviene quitar el embalaje exterior y lavar con agua y jabón. No usar lejía ni otros desinfectantes porque pueden ser porosos.

—Por cierto, usted insiste en que mejor la lejía que no «caros desinfectantes».

—Son mucho más caros y el principio activo es el mismo. El hipoclorito sódico. Con una cucharadita de postre por tres litros de agua es suficiente.

—Comer seguro y comer de todo. ¿Tiene que ver la seguridad con que un alimento sea saludable?

—La idea de que una dieta saludable es comer de todo con moderación ya no es válida. Antes no había tantos productos insanos y tan asequibles en los supermercados. Los alimentos son seguros, pero no todos son saludables. Los hay seguros y no saludables. Hay mucho trabajo que hacer en educación alimentaria en la escuela, en la familia y en los medios de comunicación.

—También hay confusión con el etiquetado y la información que se ofrece.

—Hay productos insanos que se comercian con la etiqueta de saludable. Así que si no sabemos que estamos comiendo un producto insano, no vamos a cambiar. Hace más educación y más legislación y aplicación de normas.

—¿De qué productos está hablando principalmente?

—Hay muchos productos insanos dirigidos a la infancia. Cereales de desayuno con un 20-25% de azúcar. O las galletas y otro tipo de bollería que se anuncian sin azúcares. Los fiambres de pechuga de pavo, que tienen un 45% de carne y el resto son féculas.

—En su libro desmonta otros mitos...

—Cuando un alimento está de varios días, tenemos interiorizado que si un alimento huele bien o sabe bien, es seguro. No debemos probarlo ni arriesgarnos. Cuando una fruta o verdura tiene moho hay que tirarla directamente. No vale cortar esa parte y aprovechar el resto. Aunque los mohos no son peligrosos, tienen micotoxinas y pueden producirnos problemas agudos intestinales.

—¿Puede llevar la seguridad alimentaria a una obsesión?

—Podemos sacar el hipocondríaco que hay en nosotros y tener miedo de todo. Se trata de interiorizar unas pautas como conductas sencillas. Es como conducir con cinturón de seguridad. Sin obsesionarnos, pero sin minimizar los riesgos.

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