La mascarilla se baja del autobús

«El Gobierno que diga lo que quiera, yo voy a seguir con la mascarilla», aseguraba una conductora de autobús en uno de los trayectos del área metropolitana. Los mismos comentarios se escuchaban ayer a primera hora de la tarde tras el Consejo de Ministros: «Yo no me la quito», decía una viajera a su compañera de asiento para matizar: «Bueno, salvo si vamos cuatro y separados...».

Para otras personas es una liberación. «Al menos no nos quedaremos en tierra si nos olvidamos de ella», decía otra viajera. La mascarilla deja de ser hoy obligatoria en el transporte público. Autobuses, taxis, trenes, aviones, dejan atrás esta obligación después de 1.010 días.

Fue el 13 de abril de 2020 cuando se generalizó el uso de la mascarilla en el transporte público. Las fuerzas de Seguridad del Estado y las Policías Locales repartían las primeras mascarillas a los viajeros, un mes después de la declaración del estado de alarma por el covid y el comienzo del confinamiento.

La escasez de este material, que se agotó inmediatamente y dio lugar a cadenas de confección informales para proveer de mascarillas a centros sanitarios y residencias, el Gobierno y las comunidades autonómicas consiguieron comprar mascarillas en el mercado extranjero.

La mascarilla no sería obligatoria en la calle hasta el 20 de mayo de 2020, cuando el BOE publicó la normativa que obligaba a usar mascarilla en todos los espacios públicos, tanto interiores como exteriores.

La nueva medida, que entra en vigor este miércoles cuando el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicado la modificación del Real Decreto de 19 de abril de 2022, que regula la utilización de la mascarilla, coincide con un momento de mejoría notable de la pandemia en general y en particular en la provincia de León.

El covid toca suelo y todos los indicadores de riesgo, que se refieren a la población de más de 65 años, están en situación de circulación controlada. Según los facilitados ayer por la Consejería de Sanidad se han producido tan solo 33 contagios desde el pasado viernes.

Desde el comienzo de la pandemia, hace ya casi tres años, han sido confirmados un total de 148.188 contagios de covid-19. En las últimas semanas el descenso ha sido sostenido hasta alcanzar la cifra más baja en el último balance.En la provincia no existen brotes de covid y se han registrado doce altas hospitalarias en estos cuatro días, con lo que suman 10.231 personas hospitalizadas por o con covid que han vuelto a sus casas. La tendencia favorable se observa también en las muertes hospitalarias. En los últimos doces días no se ha registrado ninguna defunción de pacientes covid en los centros sanitarios leoneses, según la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León.Desde el 27 de enero se mantienen intactos los datos de 1.734 muertes hospitalarias por covid en León. de las cuales 1.356 son en el Hospital de León y 378 en el Hospital El Bierzo.  En Castilla y León, el número de contagios desde el viernes asciende a 286 y suman un total de 853.304 desde el comienzo de la pandemia. Hay 11 brotes activos en ámbitos vulnerables y León es la única provincia que no registra alguno de ellos. El número de fallecimientos hospitalarios por covid en la Comunidad asciende a 8.856, dos más respecto al viernes pasado. Estas dos defunciones se han producido en Burgos y Salamanca.

«Estamos en un momento de gran estabilidad y con clara tendencia a la baja», resaltó este martes tras el Consejo de Ministros Carolina Darias para justificar la retirada de las mascarillas en autobuses, trenes y metros, pero también en ópticas, centros de audiometría y ortopedias, una decisión que ha contado con el aval de los expertos de la Ponencia de Alertas y del Consejo Interterritorial, subrayó la ministra de Sanidad. Este elemento de protección solo seguirá siendo obligatorio en hospitales, centros de salud, farmacias, clínicas dentales, centros de reproducción humana asistida, centros de interrupción voluntaria del embarazo y otros centros de atención especializada y en las residencias de mayores, no para quienes allí viven, pero sí para los trabajadores y visitantes.

Para el resto de la población, la nueva normativa solo fija una excepción en la que la mascarilla podría seguir siendo obligatoria, el lugar de trabajo, en caso de que así lo decidan los servicios de prevención de riesgos laborales. Pero en la mayoría de las empresas, esta posibilidad parece lejana si con la actual situación pandémica. «Como en la anterior ley, lo dejamos abierto por si surgiera un brote, pero la regla general es que no es necesaria», aclaró la ministra.

En estos momentos, los indicadores de la pandemia muestran un escenario muy favorable. La incidencia acumulada entre los mayores de 60 años (la única que se mide desde abril del año pasado) se situó el viernes pasado, fecha de publicación del último informe de Sanidad, en los 50,76 casos, su nivel más bajo desde octubre de 2021. Algo similar ocurre en los hospitales, que registran tasas esperanzadoras. Los pacientes contagiados por covid representan el 1,64% del total de ingresados, el punto más bajo desde noviembre del 2021, y en las UCI suponen el 1,70%, en niveles mínimos desde el inicio de la emergencia sanitaria, en marzo de 2020.

En este nuevo horizonte, la obligatoriedad de la mascarilla es sustituida por la recomendación. Así, Darias pidió a quienes «están pasando un virus respiratorio o convivan con personas vulnerables» que mantengan el uso de esta protección.