De millonario a subsidiado

«La manera de enfrentarlo dependerá de la historia anterior de cada uno, de la capacidad de resolver problemas, de reflexionar, de tomar decisiones». La especialista sostiene que hay estudios contradictorios acerca del resultado que un gran premio puede provocar en los ‘agraciados’ y explica que a algunos les mejora la calidad de vida mientras que para otros supone la ruina. «Un acontecimiento vital de esas características puede ser positivo o muy estresante», asegura.

Hay ejemplos para todos los gustos: historias en las que la suerte adquiere tonalidades doradas y otras que, por el contrario, confirman que cualquier suceso no se entiende hasta que el final lo coloca en perspectiva.

León ha resultado agraciado con numerosos premios de la lotería. El Gordo de Navidad, sin ir más lejos, ha caído en la provincia en al menos cinco ocasiones. Al premio del 22 de diciembre hay que unir las vces en las que el azar ha tocado los números elegidos por las Primitivas selladas en las administraciones de León.

Hace varios años, un boleto dejó 8,2 millones en Eras de Renueva y en 1990, la Loto convirtió en millonario a un minero de Laciana, que al año siguiente pagó las fiestas del pueblo.

Hay historias de todo tipo. Como la de Roberto, que ganó 131 millones de pesetas hace 23 años y se ha llegado a ver con un subsidio de 426 euros. También hay casos de personas que continúan viviendo como si la suerte no se hubiera ‘cebado’ con ellas y siguen con las costumbres sencillas de siempre.

Valbuena advierte de que resulta fundamental no minimizar los riesgos que —incluso un acontecimiento positivo como el incremento del patrimonio— puede acarrear.

«Los cambios producen modificaciones en las relaciones personales, sociales y familiares, que muchas veces pueden complicarse y llevar a pérdidas importantes», manifiesta la psicóloga.

Añade que son muchos los que tras ganar un premio de lotería comienzan a ver a los demás como una amenaza. «La dinámica de la relación se modifica. Por eso, en ocasiones, hay muchos que cambian de amigos para descubrir, pasado el tiempo, que las nuevas relaciones no son tan profundas como las que perdieron».

Pilar Valbuena también advierte de la toma de decisiones para la gestión económica de lo ganado y avisa contra las opciones impulsivas. «Todo esto también tiene mucho que ver con la historia personal de cada uno».

La experta destaca que en su carrera profesional ha tenido varios casos que han acudido a la consulta «cuando las cosas ya iban mal». «En ellos, la lotería había estado detrás de la pérdida de su núcleo social de referencia», destaca, y recuerda que el dinero compra compañía, pero no amistad. «La pérdida de historias familiares provocada por la lotería también es grave en ocasiones», dice.

Para Pilar Valbuena, uno de los criterios para gestionar un cambio de esta dimensión es el trabajo.

«El trabajo es un buen factor de estabilidad», manifiesta. Sostiene que eso no quiere decir que haya que seguir ‘al pie del cañón’, pero defiende que los cambios hay que realizarlos de manera «progresiva». «Si decides dejar el trabajo, lo recomendable es seguir teniendo relación con todo lo que has hecho anteriormente».

La especialista subraya, además, la recomendación de mantener un equilibrio, y alerta contra los cambios de vida radicales, de la ruptura biográfica: «Si cambias de casa, de trabajo, de amistades, de vida, lo normal es que antes o después tengas problemas», advierte. Defiende, no obstante, que esto no quiere decir que no se pueda cambiar de actividad.

«Lo normal es que te permitas cosas a las que antes no podías optar, pero lo que nunca debe hacerse es tomar decisiones en el ‘subidón’. Lo recomendable es hacerlo de manera progresiva y no tomar decisiones unipersonales», manifiesta, para añadir que resulta importante actuar conforme a los grandes valores.

Por otro lado, la psicóloga informa de que los estudios demuestran que juega más a la lotería quien menos tiene, con lo que el riesgo de arruinarse suele ser mayor a causa del desconocimiento financiero. «El efecto millonario conlleva la necesidad de herramientas que, por lo general, no se tienen cuando no se ha gestionado sumas tan grandes de dinero. Así que, cuanto más brusca sea la diferencia, peor será el resultado».

Pilar Valbuena subraya que hay un estudio que demuestra que los índices de felicidad no crecen cuando aumenta el dinero. «Sin embargo, todos los que formaron parte de esa investigación demostraron que su sentimiento de que la vida mejoraba dependía de las cosas que ellos consideraban un valor: el trabajo, los amigos y, sobre todo, la familia»...