El papa acepta la renuncia del obispo de la diócesis de Alcalá

El papa Francisco ha aceptado la renuncia del obispo ultraconservador Juan Antonio Reig Pla, titular de la diócesis de Alcalá de Henares, apenas dos meses y medio después que cumpliera los 75 años, edad en que los prelados deben retirarse, como establece el Código de Derecho Canónico. La celeridad con que se ha tomado la decisión es un gesto elocuente, toda vez que la Santa Sede acepta la renuncia a veces hasta cinco años después de la edad de jubilación.

Jesús Vidal, obispo auxiliar de Madrid, ha sido nombrado administrador apostólico de Alcalá de Henares, de modo que ejercerá el cargo de forma interina para sustituir al prelado cesante. Al recurrir a un hombre ajeno a la diócesis alcalaína y a un pastor de la cuerda del cardenal Carlos Osoro, vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Francisco marca distancia con respecto a Reig Pla, un hombre incómodo y de mentalidad ultraconservadora que se hizo famoso al vincular en una misa televisada la homosexualidad con la prostitución y la pederastia.

Jorge Mario Bergoglio, que sigue de cerca la evolución de la Iglesia española, podía haber recurrido a un vicario del equipo de Reig Pla, que hubiera sido lo habitual para pilotar la transición. El no haberlo hecho muestra que el obispo de Roma tiene prisa por deshacerse de un clérigo perturbador. De paso, el papa lanza un aviso al sector más ultra del episcopado, que aún sigue teniendo influencia en la jerarquía católica. El papa no quiere salidas de tono, tan frecuentes en Reig.