Diario de León

Prostitución: mujeres que salen y otras que entran por miseria

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

Médicos del Mundo expone dos escenarios en los que viven las mujeres en el ámbito de la prostitución: el que protagonizan aquellas que la han dejado por el fuerte impacto psicológico vivido durante la pandemia y un segundo en el que otras mujeres, ante la pérdida de empleo y la absoluta falta de ingresos, se han visto abocadas a ejercerla.

El temor a contraer el virus, las amenazas de sus explotadores y las deudas que acumulan han provocado que durante esta crisis sanitaria muchas mujeres se hayan visto abocadas a aceptar prácticas más violentas y a precios más reducidos en un clima de inseguridad sanitaria constante, denuncia Médicos del Mundo.

La ONG ha comprobado de primera mano que cada vez más mujeres quieren poner punto y final a esta violencia de género, pero para ello reclama alternativas reales que les permita dar un portazo a la prostitución.

«Ellos (los puteros) no tienen miedo, nosotras sí. Este miedo ha hecho que muchas mujeres digamos hasta aquí, no queremos seguir en la prostitución», explica desde Mallorca Cristina, una mujer que busca otras salidas a esta explotación sexual.

Pero también hay mujeres que ya habían salido de la prostitución y que se plantean volver «porque, por ejemplo, tienen a sus familias confinadas en sus lugares de origen sin poder trabajar, y tienen que ayudarles», señala Maite García, portavoz de Médicos del Mundo Navarra, que apunta a que son muchas las mujeres que se lo plantean ante situaciones económicas desesperadas.

Desde la declaración del estado de alarma, dice Médicos del Mundo, «las personas prostituidas han tenido que hacer frente al pago de los pisos o habitaciones de los clubes donde han estado confinadas, en ocasiones con sus propios explotadores».

«En el caso de las víctimas de trata, se suma el agravamiento de la deuda contraída con sus tratantes y el riesgo a ser expulsadas a la calle por estos, sin redes familiares o sociales de apoyo; en demasiadas ocasiones a lo ancho y largo del territorio español estas mujeres se han visto obligadas a ser prostituidas: por los puteros, por sus tratantes o simplemente para poder comer», añade.

Ahora, en la nueva normalidad y con unas normas menos restrictivas, vuelven a ser prostituidas y a los riesgos que ya sufrían —violencia, riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual, abusos—se suma la indefensión ante el contagio.

tracking