‘Turrón’, el perro que habla a escolares con autismo

Se llama Turrón , tiene cinco años y es experto en hablar a niños y niñas con TEA (trastornos del espectro autista). Y tiene éxito porque a través de su especial forma de comunicarse estos niños le escuchan y su actitud en el aula cambia. Este perro labrador, negro como un tizón, mostró ayer sus habilidades en León, aunque todavía no se ha estrenado en ningún colegio de la provincia.

Turrón fue la estrella de la apertura de las III Jornadas Rompiendo Cadenas que celebra la Federación de Servicios Públicos de UGT —hoy en el salón de actos del sindicato, calle Roa de la Vega— bajo el lema León por la inclusión. «Nuestro objetivo es acercar la inclusión a la sociedad porque si no se implica es imposible que haya tolerancia hacia personas que son diferentes», señala Ruth Sanz, secretaria del área autonómica del sindicato. Para muestra un botón: «Durante la pandemia los niños con autismo tuvieron que ser señalados con un lazo azul porque la gente no entendía sus conductas», apunta Sanz.

Turrón es uno de los quince ‘maestros caninos’ del proyecto Integra (intervenciones asistidas con perros), una empresa fundada por el leonés Juan Luis Pellitero que actualmente trabaja en colegios de varias provincias para apoyar el aprendizaje inclusivo de niños con autismo y otras necesidades especiales.

En Castilla y León se han empezado a usar los perros para intervenciones asistidas en el aula en dos centros especiales de Valladolid. En Galicia, Asturias, Baleares y Andalucía los perros de asistencia también trabajan en colegios ordinarios en aulas inclusivas. Son perros de apoyo adiestrados según el método Pellitero, avalado científicamente por la revista internacional Animals, especializada en el mundo animal, la zoología y las ciencias veterinarias.

Las funciones afectivas que realizan estos perros van acordes con el espíritu de la ley de bienestar animal que aprobó ayer el Consejo de Ministros, apunta el precursor que inició las intervenciones asistidas con perros con pacientes de alzhéimer.

Pellitero es un pionero de este tipo de apoyo con perros que ahora se abre paso en las aulas como una herramienta educativa para favorecer el aprendizaje y rebajar el estrés de niños o niñas que tienen conductas disruptivas o mucha necesidad de moverse.

Decidió trasladar su trabajo del campo de la salud a las aulas motivado por «la necesidad de aportar al profesorado y equipos de orientación un recurso motivador para mejorar las competencias de los alumnos en general y en especial a los niños y niñas con necesidades educativas especiales para la promoción de su autonomía personal», explica.

Turrón está entrenado para trabajar de modo específico con alumnado del espectro autista. Es capaz de hacer cosas para «modular las conductas y bajar los niveles de estrés e inquietud» de este alumnado, con el consiguiente beneficio para el alumno y la facilitación del trabajo en el aula.

León no va a la cabeza

«Sería bonito que las administraciones se involucraran y pudieran introducirse programas como este en León», comentó Ruth Sanz, secretario del sector autonómico de Servicios Públicos de UGT y precursora de las jornadas. «Por desgracia, León no va a la cabeza como están en otros centros de Valladolid o Baleares», añadió.

Las intervenciones en los colegios se realizan una o dos veces por semana. Actualmente la demanda que tienen de centros educativos es mayor que la «de lo que podemos abarcar en nuestra función de ayudar a tutores y orientadores, ya que se trata de «un programa pedagógico, no lúdico», recalca.

«En el contexto de la pandemia hemos visto la necesidad de los niños de expresar sus emociones y afectos», tras los efectos del confinamiento.

Pellitero explica hoy en la segunda sesión de las jornadas la ley de acceso al entorno de las personas usuarias de perros de asistencia de Castilla y León, de 4 de abril de 2019. Con esta ley se hizo legal que niños, niñas, así como personas adultas, tengan reconocido este derecho para poder acceder con sus perros guías.

«Es una ley que está muy bien porque le dan una figura a los centros acreditados que es equivalente a las de entidades prestadoras de servicios» en el campo de la discapacidad, apunta.

La ley reconoce como modalidad de perros de asistencia aquellos que sirven de apoyo a personas con trastorno del espectro autista. Son perros adiestrados para promover la autonomía personal de estas personas usuarias mediante la ayuda y asistencia en las actividades de la vida diaria. «Les adiestramos desde que son cachorros con perros adultos en el contexto escolar y en el ámbito en el que van a trabajar», comenta Pellitero.

Están reconocidos también los perros-guía para personas con discapacidad visual, los perros de servicio para la autonomía personal de personas con discapacidad física, los perros de señalización de sonido para personas con discapacidad auditiva y los perros de aviso para dar una alerta médica a las personas que padecen diabetes, epilepsia u otra enfermedad reconocida.

Los perros de asistencia pueden acceder a las aulas y a todos los espacios públicos y privados siempre y cuando las personas que precisan del apoyo de un perro de asistencia tiene reconocimiento oficial de discapacidad, o un grado de discapacidad igual o superior al 33%, o bien se encuentra en alguna de las situaciones que den lugar a la necesidad del apoyo de un perro especialmente adiestrado de los que recoge el artículo 5 de la ley.

En las jornadas de hoy, que arrancan a las 9.30 horas en el salón de actos de UGT se abordará la figura del enfermero escolar, que todavía es una excepción en las aulas, con la nueva realidad de la inclusión de los niños transexuales, la educación emocional, la inclusión social de jóvenes y adolescentes y las capacidades diversas desde la perspectiva de las familias.