Francisco, el Papa de las sorpresas
El Papa Francisco está sorprendiendo al Vaticano con los últimos nombramientos de obispos jóvenes. Desde febrero de 2023, el Papa ha designado a cuatro obispos de menos de 60 años para dirigir las principales archidiócesis de todo el mundo, lo que se ha considerado como un esfuerzo por reforzar su legado. El último nombramiento se produjo el 22 de junio, cuando el Papa nombró al padre Luc Terlinden, de 54 años, como próximo arzobispo de Malinas-Bruselas, en sustitución del cardenal Jozef de Kesel, de 76 años. En febrero, el Vaticano anunció que el entonces obispo Frank Leo, de 51 años, sería el próximo arzobispo de Toronto, en sustitución del cardenal Thomas Collins, de 76 años, que se jubila. Frank Leo anteriormente había estado de obispo auxiliar en Montreal y antes de nuncio en Australia, y, al igual que el Papa Francisco, es hijo de inmigrantes italianos en América.
En mayo, el papa Francisco nombró al obispo Jorge Ignacio García Cuerva, de 55 años, como arzobispo de la diócesis de Buenos Aires. Es conocido por ser un «obispo de las periferias», sirviendo en prisiones y barrios marginales. Al mes siguiente, el 12 de junio, el Vaticano anunció que el Papa había nombrado al obispo José Cobo Cano, de 57 años, como próximo arzobispo de Madrid. Ha sido descrito en los medios españoles como un «progresista» y favorito del Papa, pero como un extraño en su propia diócesis. Cobo Cano nunca ha dirigido una diócesis y solo ha sido obispo auxiliar en Madrid durante cinco años.
Pero la mayor sorpresa la dio el Papa Francisco el 9 de julio, cuando anunció que realizará un consistorio el 30 de septiembre para crear 21 nuevos cardenales, 18 de ellos electores con derecho a voto en el próximo cónclave. Al anunciar su noveno consistorio, el Papa dijo, refiriéndose a los nuevos cardenales: «De donde vienen expresa la universalidad de la Iglesia, que continúa proclamando el amor misericordioso de Dios a todos los pueblos de la tierra». Además, dijo, «la inserción de los nuevos cardenales en la diócesis de Roma, manifiesta el vínculo inseparable entre la Sede de Pedro y las Iglesias locales esparcidas por todo el mundo».
El cincuenta por ciento de los nuevos cardenales electores son europeos. Dos de ellos son actualmente nuncios o embajadores del Vaticano. El Papa entregará el birrete cardenalicio a los siguientes europeos: un polaco, de 59 años; un francés, de 54 años; un portugués, de 49 años, y al español Ángel Fernández Artime, S.D.B., de 62 años. Francisco también entregará el birrete cardenalicio al nuevo arzobispo de Madrid, José Cobo Cano, de 57 años.
El primer Papa argentino creará tres cardenales electores de América Latina, su continente natal, tres prelados africanos y dos nuevos cardenales asiáticos. Antes de que Francisco hiciera el anuncio de la creación de nuevos cardenales, el Colegio cardenalicio tenía un total de 222 miembros, de los cuales 121 son electores, es decir, son menores de 80 años con derecho a voto en un cónclave. Para cuando se celebre el consistorio el 30 de septiembre, el número de electores habrá disminuido a 119 ya que dos electores italianos habrán cumplido 80 años; pero con la llegada de 18 nuevos electores, el Papa Francisco habrá elevado el número total de cardenales con derecho a voto en un cónclave a 137. Las estadísticas del Vaticano revelan que de esos 137 cardenales electores, pertenecen: 53 a Europa (incluidos 15 italianos), 15 a América del Norte (11 de EE. UU. y 4 de Canadá), 24 a Latinoamérica, 19 a África, 23 a Asia, y 3 a Oceanía.
Desde su nombramiento como Papa, Francisco ha celebrado nueve consistorios utilizando los siguientes criterios: 1º. Universalidad: incluir el mayor número posible de países con especial atención a las periferias y países que nunca antes tuvieron un cardenal. 2º. Reducir el número de europeos e italianos en el colegio cardenalicio. Y 3º. También trató de romper con la tradición según la cual el obispo de ciertas sedes obtendría automáticamente el birrete cardenalicio en el próximo consistorio. Francisco ha roto con esta tradición en Italia, Estados Unidos y algunos otros países.
El Papa Francisco concluyó su anuncio del 9 de julio con estas palabras: «Oremos por los nuevos Cardenales, para que, confirmando su adhesión a Cristo, Sumo Sacerdote misericordioso y fiel, me ayuden en mi ministerio como Obispo de Roma
Con estos nombramientos, Francisco se asegura de que los nuevos obispos y cardenales sirvan a la iglesia como líderes en la fe por muchos años y con su misma visión sobre la Iglesia mucho después de que termine su papado.