Diario de León

A propósito de los pactos PP-Vox en la Junta

Publicado por

Creado:

Actualizado:

Analizamos tres personajes: Casado, Mañueco y Feijóo. De sus peripecias creo que hemos conseguido «trama» más que suficiente para ligar este escrito. El espectáculo que han dado los tres es bochornoso, patético y las consecuencias nos llevan a la naturalización de Vox y a su pedazo de «poder». El primer bastión de Vox en España.

Todo nace como consecuencia de los que eran más que previsibles pactos entre PP y Vox. Pactos que de entrada son legales porque las elecciones democráticamente llevadas a cabo así lo decidieron. Lo jugoso del pacto es que nuestros tres personajes declararon por activa y por pasiva antes de la proclamación de la Junta que no harían pactos con Vox. Por otra parte, Vox se mantuvo en sus trece, exigió lo que quería y al PP no le quedó otra que dárselo. Mañueco en todo momento estuvo aconsejada por Ayuso y Almeida en el trato con Vox. Ellos conocen esa situación.

—Casado: en octubre de 2020, le espetó a Abascal en el Congreso de los Diputados, donde votaron no a la moción de Vox: «hasta aquí hemos llegado. No queremos ser como ustedes». En su favor tenemos que decir que mantuvo su postura. Aún ocupa su sillón en Génova en el que tendría que estar sentada una gestora. Acude a la Eurocámara y se «jacta» y pone a caer de un burro al PP por haber cedido a los chantajes de Vox. El PP europeo lo ensalza y afirma que el PP ha capitulado ante las exigencias de Vox y que no les ha gustado este proceder. Parece ser cierto que Casado le dijo a Mañueco (una de esas cosas que se dicen en momentos de euforia y que luego se comprueba que no procedía): «Alfonso ya sabes que cuentas con el respaldo de este Comité Ejecutivo». Luego fue decapitado, degradado y su sueño de conquistar el Gobierno se desvaneció. Darle más espacio a Casado creo que no procede ni él es merecedor al mismo.

—Feijóo: es gallego y los gallegos de buena cepa (no todos) siempre lanzan sus proclamas con segunda intención. ¡A que Feijóo hacemos caso, al de ayer o al de hoy! Veamos, el de ayer: dice que no encontró otra opción y dio vía libre a Mañueco para gestionar la Junta. Anuncio: «a Vox se le combate explicando nuestro programa y nuestro proyecto político y de cesiones nada de nada». Aunque parece ser que no debió explicárselo bien (a Mañueco pedir que explique o entienda algo es como pedir peras al olmo) y las tesis de Vox iban tomando forma. El de hoy, o el día después de la formación de la Junta: «a veces es mejor perder el gobierno que ganarlo desde el populismo». O «hagamos la política que sale de la cabeza y no la que sale de las tripas». O decir «esto es cosa de Mañueco». O «la culpa es del PSOE», pero señor Feijóo usted que pretendía ¿que el PSOE le allanara el camino? Usted al que han calificado de sensato, de tener un tono relajado, de ser la antítesis de Casado, va y dice que la culpa es del PSOE, debe medir usted sus palabras, no todo vale. Dice que los partidos de Estado deben de pactar entre sí, pues ya me contará que ha estado haciendo el PP durante estos años, porque pactar en temas de Estado con el PSOE, ninguno. Han preferido la crítica y sobre todo el confrontamiento. Una vez consumado el pacto dice que no debieran haberse llevado a cabo. Está claro, lo de los gallegos y la doble intención no es leyenda es una realidad. Yo me pregunto si Feijóo ha estado unas horas en el limbo y que no se ha dado cuenta de estos titubeos, órdenes y contraórdenes cuando se está en terreno de nadie como lo está usted… espero que sea rehén y dé explicaciones de su comportamiento y sobre todo de porque un pacto con la extrema derecha, aunque lo reconozcamos como legal. El nacido gobierno tendrá que afrontar que muchas de las actuales leyes estarán en peligro: aborto, LGTBI, Memoria Histórica…. De entrada Vox ha votado en contra de investigar los casos de abusos sexuales por parte de miembros de la iglesia… Y un apunte señor Feijóo no presuma de «avales» para la presidencia, porque me da que si Ayuso los busca encuentra uno más que usted con solo levantar la mano, y si «acucia» un poco a Miguel Ángel Rodríguez ni te cuento.

Dice que los partidos de Estado deben de pactar entre sí, pues ya me contará que ha estado haciendo el PP durante estos años, porque pactar en temas de Estado con el PSOE, ninguno. Han preferido la crítica y sobre todo el confrontamiento

—Mañueco: Hablar de Mañueco se me hace difícil porque el personaje tiene una calidad que raya en la medianía. Sus permanentes titubeos le condicionan en sus mensajes, sus apuros para explicar los temas que le preguntan ponen en evidencia que sus recursos lingüísticos son escasos, que es incapaz de trasmitir un mensaje, de hilvanar más de tres palabras seguidas. Para empezar digamos que Mañueco ha concedido el 100% de las exigencias de Vox. Sus postulados previos se han venido abajo, se escuda en Casado y dice que fue este quien le trasmitió el respaldo del Comité Ejecutivo cuando aún era presidente. Lo que no se entiende es que una vez cesado Casado, qué razones tenía para cumplir la orden. Se las digo, conseguir la «ansiada» silla de presidente. En la rueda de prensa tras el pacto se entregó un documento sobre el mismo donde, destacamos de entre 32, estos tres artículos:

Número 10: alude a la «violencia intrafamiliar» en sustitución (o al lado) de la violencia de género. Cuando le fue preguntado al respecto, comenzaron los apuros y los titubeos: «Pues la misma palabra lo dice, la violencia dentro de la familia, la cometa el hombre la mujer o cualquier otro integrante de la familia». Confunde género con familia y añade: «lo importante no son los nombres sino las políticas. Llámenlo como quieran». «Lo importante es hacer hincapié en esta materia». Aseguró que ambas leyes la de violencia de género y la intrafamiliar coexistirán. Me da que no tiene ni idea de lo que es «género» y cuando se le pregunta responde con: «esa ley que menciona…» (Rajoy).

Número 14, que aboga por «un modelo educativo libre de adoctrinamiento ideológico». Cuando le preguntaron que entendía por adoctrinamiento ideológico, si lo había, y si no lo había, porque se legisla sobre algo inexistente. «No, no lo hay pero estamos hablando de cuestiones concretas y la misma palabra dice lo que es: adoctrinamiento ideológico». Lamentable. En la definición no entra lo definido, la definición debe ser clara y usted nos da definiciones que no son presentables. «Se hace para proteger a las mujeres y a los niños». Se le pregunto si sería el «pin parental. No.

Número 32. Le ha sido imposible definir lo que es la «inmigración ordenada», lo intentó, no lo consiguió: «La inmigración ordenada es eso… recibir a las personas que puedan venir, sin matices homófobos, ni nada… lo dice la propia palabra»... Dio vueltas a estas dos palabras sin conseguir transmitir que significaba. Lo cierto es que Vox «impone» la lucha contra la inmigración, no la matiza. Ordenada es, tú sí, tú no y en «estas» condiciones. Manifestó su sorpresa por las declaraciones del PP europeo.

Ahora, Vox tiene la palabra y… con todas las miradas puestas en Andalucía.

tracking