Diario de León

Sipam: un maravilloso proyecto o un rotundo fracaso si no se actúa con criterio

Publicado por
Ángel Pajín Álvarez
León

Creado:

Actualizado:

La implantación del Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial (Sipam) por parte de la FAO, Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, para beneficio y progreso de la Montaña de León, ha creado une eclosión de ilusión y eufórico optimismo entre los leoneses. Y ese optimismo no es baladí. Está plenamente justificado. El Sipam podría revertir la decadencia de esta provincia y reavivar las potencialidades socioeconómicas y antropológicas de esta tierra, malogradas a lo largo de los últimos 40 años. Y, sobre todo, de los 10.500 kilómetros cuadrados que conforman la Montaña Leonesa.

Pero, para que esto ocurra, es imprescindible que los gestores de las Administraciones Nacionales, Autonómicas, Provinciales y Locales, e incluso de la Unión Europea, pongan su «granito de arena» para proporcionar los medios económicos y el personal adecuado en conocimientos y estímulos para llevar a cabo este proyecto, abandonando la indolencia tan común en muchos casos.

En la Casa de León en Madrid, hemos tenido la gran fortuna de recibir a unas personas suficientemente motivadas para cumplir con estas importantes tareas. El acto de presentación del Sipam en esta institución ha representado uno de los eventos más transcendentales de las últimas décadas en la Casa. Es de destacar, la intervención de Clelia Puzzo, del Secretariado Sipam de la FAO, del presidente de la Diputación de León, Eduardo Morán, del director del Diario de León, Joaquín S. Torné y del Representante Permanente de España ante la FAO, Juan Prieto.

La actuación de los intervinientes fue precedida de la proyección de un emotivo y polifacético vídeo con el título Sipam Montañas de León. El carácter anecdótico de este vídeo era la repetición de dos escenas, en fases diferentes, que reproducían dos veces la localización del mismo pueblo. Daba la impresión de que el autor del vídeo, inconscientemente, pretendiera significar la belleza de los paisajes y montañas de ese pueblo y, en su nombre, de todos los pueblos semejantes de la Montaña. Ese pueblo era… Acebedo.

Esta referencia nos va a servir como estímulo para realizar un análisis sociológico sobre el pasado, el presente y el devenir de los pueblos de la Montaña. La decadencia económica y social, con la consecuente despoblación de la Montaña Leonesa, pudiera estar causada, esencialmente, por los dos siguientes componentes, al margen del abandono sistemático de las Administraciones nacionales y autonómicas para con esta zona geográfica.

En primer lugar la minería. De las 132 minas que dispuso, en el pasado, la provincia de León, situadas en la zona montañosa, y desaparecidas con los supuestamente 45.000 mineros que también existían, juntamente con sus respectivas familias, serían las responsables de la pérdida de un gran porcentaje de los 78.260 habitantes que perdió la provincia desde el año 1983 hasta nuestros días.

Como segundo referente, la ganadería y la agricultura, en tanto que soporte de la base profesional de los habitantes de la Montaña, cedió, de forma exponencial, esos puestos de trabajo, a las nuevas actividades agrícolas realizadas mediante la utilización de la técnica y la maquinaria moderna.

En las décadas de los 60, los 70 y algunas décadas más, las tareas agrícolas casi se reducían a la recogida de la hierba, durante la estación del verano, para proveer el alimento de los animales durante el invierno. El proceso manual consistía en la siega del heno, su recogida y transporte en los carros tradicionales, y su posterior subida, siempre manualmente, a las tenadas. Todo ese largo proceso que realizaban cientos de personas lo podían llevar a cabo, actualmente, una sola familia que dispusiera de una maquinaria moderna y de una forma semiautomática. Otro tanto se podría decir de las otras actividades agrícolas, tales como la siembra, la recogida de frutas, y de las hortalizas y verduras…

Luego, esos puestos de trabajo, juntamente con la actividad de llevar el ganado a pastar, mediante las llamadas «veceras» o rebaños de ganado, desaparecieron súbitamente, y los antiguos ganaderos y agricultores iniciaron su camino hacia la emigración. Ahí está una gran parte de la famosa Montaña Leonesa despoblada…

Sin embargo, es preciso recordar un fenómeno sociocultural que tuvo lugar durante los años de la ganadería y agricultura manual, consistente en el alto nivel cultural y educativo de los niños y adolescentes de esa Montaña Leonesa. A diferencia de otras zonas de España, esos educandos solo ayudaban, laboralmente, a sus padres, durante los meses vacacionales del verano, única época de pastos y de recolección agrícola. Luego, en el resto del año, aunque solo fuera por huir del tiempo vacante y huero de trabajo, todos asistían «piadosamente» a la Escuela. En los años 60, 70, etc., en el Partido Judicial de Riaño (antes de que esta denominación pasara a Cistierna en el año 1988), según los estudios estadísticos de la época, era el territorio con menos analfabetos de toda España. Casi ninguno…

Esta historia explicaría por qué casi todos los hijos de los antiguos ganaderos y agricultores de la Montaña Leonesa abandonan sus pueblos, para realizar Estudios Universitarios o de Formación Profesional, de Grado Medio o de otras actividades profesionales más rentables. A título de ejemplo, basado en mi testimonio personal, en Madrid, no existe casi ningún centro educativo, desde la Educación Primaria hasta la Universidad, en el que no exista uno o varios profesores o catedráticos leoneses…

¿Qué podría hacer el Sipam por este territorio de las Montañas de León, de especial constitución geográfica y social, para poder recuperar el equilibrio demográfico y la productividad y rentabilidad económica de la zona?

Hagamos un análisis pormenorizado de la situación económico-social de esta demarcación geográfica, teniendo como referencia el pasado, el presente y el futuro. Y para no divagar en exceso, vamos a seleccionar una demarcación que ya aparece, en dos escenas, en el conocido reportaje sobre el Sipam: el municipio de Acebedo.

Después de haber repasado su pasado, en la actualidad este municipio está formado esencialmente por dos grandes llanuras, (más otras zonas diseminadas por todo su entorno) que llevan el nombre de los pueblos que las limitan: La Vega, La Uña y la Vega Lario. Esta última es la que figura en el vídeo…

Todos estos terrenos que en el pasado conformaban muy definidas extensiones de tierras, dedicadas a cultivos alimentarios como por ejemplo: trigo (corricasa), centeno, legumbres, patatas, etc. Y también cultivos hortícolas (estos terrenos de menor tamaño), incluidos los árboles frutales, o cultivos para forraje (hierba, trébol, alfalfa, etc.). Todos estos, salvo algunos hortícolas, han desaparecido… Ahora, todos los terrenos solo se utilizan para producir: hierba, hierba y hierba…

¿Cuál sería el problema para recuperar todos estos terrenos para una producción verdaderamente rentable económicamente y de tipo industrial? El ¡minifundio! Los cientos de «praos», pertenecientes a los variados propietarios del pueblo, que, aisladamente, serían totalmente improductivos.

La solución, por lo tanto, pasaría por acuerdos pactados entre todos los propietarios, puesto que ahora, estos terrenos están totalmente «horros», según la terminología usada en la zona… Esta solución, vía «acuerdos pactados» podría calificarse como una auténtica utopía. Por este motivo, los gestores del proyecto Sipam podían poner en marcha su imaginación y su inteligencia para gestionar y proponer algunas resoluciones ambivalentes, que beneficiaran a la agricultura, como la creación de un «Gran Latifundio Comunitario».

Una de las definiciones técnicas o sociológicas de la palabra «latifundio» es la siguiente: «Un latifundio es una finca o grupo de fincas ubicadas en una gran extensión de tierra, explotada, generalmente, con fines agrícolas. Puede pertenecer a uno o varios propietarios».

¿Podría ser esta la buena solución? Cada propietario recibiría el beneficio que le correspondería en función de la aportación de la cantidad de su terreno. ¿Esto sería una nueva utopía pero con marco más refinado y elegante? Por probar…

Mención aparte merece la «ganadería». Una Montaña Leonesa sin animales pastando sería el espectáculo más triste que se podría imaginar. La ganadería produce un cúmulo de beneficios para la Montaña. Contribuye a fijar población en zonas despobladas. Produce beneficios socio-ecológicos a los habitantes de la zona. Los sistemas de pastoreo de Montaña ayudan a mantener la biodiversidad y la alta calidad nutritiva de los pastos reduce el flujo de CO2 del suelo. Y además, la eliminación de las hierbas altas y secas reduce el peligro de incendios en el campo y la montaña.

El Sipam concede, también, una gran importancia a la promoción del turismo. A los visitantes les gusta el ambiente y entorno de las montañas, pero lo interesante es que permanezcan cierto tiempo residiendo allí. Pero, para que eso ocurra, hay que ofrecer cosas dignas de ser visitadas. Los que hemos vivido largo tiempo fuera de España, siempre hemos visto cómo, en Francia y en Alemania, todos los pueblos recibían oleadas de visitantes para ver artilugios y bagatelas sin trascendencia, pero de gran atractivo estético o simplemente, fotográfico… En el pueblo que hemos tomado como referencia, Acebedo, existen dos prodigios portentosos dignos de veneración, pero aún sin explotar: la Cueva de los Fideos o de La Laguna, un auténtico y único prodigio de la naturaleza, y lo no menos portentoso como son los restos megalíticos existentes en la zona de hace más de 4.000 años, de la época del Calcolítico. Como monumentos megalíticos se han detectado dos crómlech y como restos funerarios una gran variedad de supuestos Túmulos, que está pidiendo a voces que, al menos uno, sea explorado y autentificado.

Conclusión práctica, eficaz y pragmática: Una vez terminada la muy didáctica y atractiva exposición sobre el Sipam en la Casa de León en Madrid, ofrecimos una propuesta de colaboración y apoyo a las ofertas del Sipam, a los preclaros conferenciantes, a título de postdata, con el contenido siguiente:

Dado que, esta magnánima oferta hecha a la Montaña de León por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), ya se ha ofertado y puesto en práctica en otras regiones montañosas españolas y extranjeras. Y, por otra parte, en zonas montañosas de España, como, por ejemplo, en los Pirineos (franceses y españoles) y otras, también han sufrido cambios económicos, sociales y demográficos semejante al de la Montaña de León, la propuesta consistía en lo siguiente: «Que se nombrara una comisión muy reducida, actuante ‘gratis et amore’, compuesta por personas amantes de esta tierra y con conocimientos suficientes para evaluar las correctas soluciones aplicadas en otros proyectos Sipam, o también en otras zonas de similar estructura geográfica, climatológica y demográfica a la nuestra. Y ya, una vez, visto los buenos resultados conseguidos en los citados lugares, se trataría de aplicarlos de forma aquilatada en las Montañas de León».

tracking