El alcalde rebaja el tono y pide a las partes que se sienten a negociar

El alcalde de Ponferrada, Olegario Ramón, rebajó ayer el tono sobre el cariz que ha adquirido la huelga del servicio de recogidas de basura, después de que en las últimas horas haya ardido otro contenedor más. El regidor apeló a la prudencia en cuando a la autoría de los actos vandálicos porque —recordó— «no se ha pillada a nadie in fraganti y, por tanto, no se pueden atribuir responsabilidades en nadie en concreto.

«Hay una huelga, se vuelcan contenedores, hay incendio de contenedores... El proceso de deducción lleva a una conclusión, pero como no hemos pillado a nadie, no podemos decirlo», dijo el alcalde ante las preguntas de los medios de comunicación, que también aprovechó para hacer «un llamamiento a la tranquilidad».

Dijo el alcalde que respeta el derecho a huelga de quien la secunda de manera voluntaria, pero también pidió respetar el «derecho a trabajar» de los que así quieran hacerlo. También pidió a las partes implicadas en el conflicto, la empresa y la plantilla, que «se sienten y hablen y negocien» para resolver una situación que no tiene visos de resolverse a corto plazo y con la Semana Santa a la vuelta de la esquina.

Lo que sí volvió a dejar claro Olegario Ramón es que «el posible acuerdo nunca va a suponer ni un solo céntimo de euro adicional para la ciudadanía». «Resolver los conflictos con el patrimonio de todos eso es muy fácil, es como se ha hecho siempre en este Ayuntamiento; pero en esta ocasión así no va a ser», insistió el alcalde de Ponferrada.