Los críticos de la oposición popular anuncian que impugnarán la sesión plenaria por «obviarles»
Saavedra zanja la duplicidad del PP y nombra grupo al sector que le respalda
Los socialistas conceden una vicepresidencia a los populares y una dedicación exclusiva
El presidente del Consejo del Bierzo, Ricardo González Saavedra, se apoyó ayer en un informe jurídico para negar a los críticos del PP su condición de grupo y otorgar la portavocía al sector oficial, cuyos consejeros votaron en todo momento a favor de las propuestas del equipo de gobierno socialista. Los críticos del PP, alineados con las tesis de la ejecutiva provincial durante el reciente enfrentamiento interno por la Diputación, anunciaron a través de Beatriz Anievas que impugnarán la mayor parte del pleno, «nulo de pleno derecho» por obviar su condición de grupo, convirtiendo lo que era una simple dación de cuenta de los grupos políticos en una resolución que hizo de José Luis Castro portavoz único de la dividida formación. El pleno también sirvió para certificar la existencia de un «acuerdo institucional», o de «pacto», según la terminología que empleó cada una de las dos partes enfrentadas, entre los dos grupos oficiales del PSOE y el PP para que el popular Alfonso Arias, alcalde de Molinaseca, ocupe la vicepresidencia segunda de la institución y su compañero Santiago Rodríguez Aller, de Cabañas Raras, la presidencia de la comisión de Cuentas. El PP oficial (11 consejeros frente a 10 críticos, a la espera de que el alcalde de Oencia tome posesión) repartirá además una dedicación exclusiva entre los alcaldes de Noceda, Emilio Arias, y de Borrenes, Eduardo Prada, y recibirá un sueldo para contratar un administrativo. «No pueden constituir dos grupos políticos separados los consejeros que formen parte del mismo partido», leyó el secretario del Consejo a modo de conclusión de su informe jurídico, apoyado en la jurisprudencia y, a falta de una regulación propia, en los reglamentos de otras cámaras como la autonómica. El presidente del Consejo optó entonces por situar a Castro como portavoz «para garantizar el normal funcionamiento de la institución», sin que ello privara de la palabra a los críticos, y conminar a los consejeros del PP a que resuelvan sus diferencias internas si las dos facciones se empeñan en usar las mismas siglas políticas. Los críticos, que interpretaron la decisión como un intento de empujarles a formar un grupo mixto, no dejaron de denunciar la «ilegalidad» de la aprobación de la mayor parte de los siguientes puntos del pleno, -constitución de la comisión de gobierno, de las nueve comisiones informativas, propuesta de delegaciones a los consejeros, asignaciones económicas, dedicaciones exclusivas- por pasar por alto su deseo de formar grupo, solicitado siguiendo los cauces legales. En cualquier caso, los 10 críticos del PP votaron en contra del organigrama y de las remuneraciones y pidieron que quedara sobre la mesa el punto referido a las dedicaciones exclusivas por no haber informado a la oposición de su cuantía antes del pleno. Anievas insistió en denunciar, al igual que hizo el socialista Jesús Esteban, el «pacto encubierto» entre el PSOE y el sector del PP afín a la ejecutiva comarcal para asegurarse los apoyos necesarios para gobernar a cambio de la dedicación y la vicepresidencia. «No existen pactos, sólo acuerdos institucionales», replicó el portavoz socialista, Laudino García, reiterando el argumento de que la oposición podrá realizar así su labor con dignidad y el PSOE buscar su apoyo para obtener competencias de administraciones populares. También José Luis Castro, que apenas intervino, negó la existencia tal pacto y aseguró, entre la chufla de los críticos, que su grupo hará oposición.