Una playa maldita en La Ribera

El proyecto industrial de Pascual no es el único que preocupa a los vecinos de Folgoso en relación con la actitud de la Confederación del Norte. Los habitantes de La Ribera ya no saben a quién recurrir y cualquier día pueden echarse a la calle. Llevan casi tres años esperando que el Ayuntamiento ponga en marcha en el Boeza una gran área de esparcimiento fluvial. Pero la administración municipal no ha logrado en todo ese tiempo que la Comisaría de Aguas no ya autorice las obras en la playa, sino una mínima explicación sobre las razones que se atienden para paralizar el proyecto de ocio. El Ayuntamiento dispone de importantes subvenciones para financiar una inversión que ronda los 600.000 euros. Pero cualquier día, bien el alcalde, bien los responsables de Confederación, se pueden encontrar con la protesta de los vecinos, que ya no entienden nada, a las puertas de sus despachos.