Vidales pone la directa en Japón

David Vidales cerrará el domingo en Motegi su primer año en la competitiva Super Fórmula Lights japonesa. El piloto leonés, que en la última carrera disputada lograba estrenar su presencia en podio, buscará en las tres que ponen punto y final al certamen refrendar las buenas sensaciones que le reportaban los cambios en su monoplaza para que pudiera sacar a relucir su calidad y que en el mes de septiembre en Okayama quedaban plasmadas en sus tres apariciones sobre el trazado.

Con muchos ojos mirando a lo que pueda acontecer en el trazado Mobility Resort de Motegi, incluidas escuderías y representantes de equipos punteros, David Vidales tratará de ser protagonista con su B-Max Racing no sólo para beneficio propio, también para contribuir al éxito de su escudería, líder del certamen y que mantiene una dura pugna con Tom’s,a otra candidata a hacerse con la corona de constructores.

Ayer comenzaba la cuenta atrás para el piloto leonés con los entrenamientos libres en los que probaba las prestaciones de su coche y de paso también afinaba los reglajes para lo que va a acontecer en un intenso fin de semana. Un octavo puesto en la primera sesión con un mejor crono de 1:44.617 y un noveno en la segunda en la que bajaba el tiempo a los 1:43.870 lo llevaban a rearmarse de moral para la sesión de clasificación que determinará la parrilla del sábado con la primera de las tres carreras previstas para el fin de semana.

Vidales, que lleva dos meses sin competir aunque sí practicando sobre el asfalto, llega al sexto Gran Premio de la Super Fórmula Lights de Japón situado en la novena posición de una general que dominan los pilotos locales, más experimentados en este tipo de escenarios. Pero con la posibilidad incluso, si las cosas le salen bien, de optar incluso al cuarto peldaño.

Y es que el mayor botín que puede lograr es de 36 puntos si logra firmar un fin de semana perfecto, algo que parece complicado pero no imposible para el leonés una vez que los cambios en su monoplaza parece que están dando resultado, en especial en lo referente a un chasis que hasta hace pocas carreras le estaba lastrando. No tanto en los entrenamientos donde el coche parecía estar a tono pero sí en la propia carrera en la que las prestaciones de monoplaza bajaban de manera considerable.

Solucionado ese inconveniente ya en la cita de hace un par de meses el piloto leonés de la escudería B-Max Racing lograba hacerse con la cuarta posición en la primera carrera, la séptima en la segunda y la tercera con su primer podio en la última de las que acogía en circuito de Okayama. Ahora Motegi puede refrendar esas buenas perspectivas.