MARCO EUROPEO
Bruselas pone a Polonia contra las cuerdas
La Comisión Europea advierte que los cambios que pretenden introducir en el sistema judicial son "un peligro sistémico para el Estado de derecho"
La interlocución entre Bruselas y Varsovia está rota. El diálogo político es prácticamente inexistente y los intentos del vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, por tender puentes ante la deriva autoritaria del gobierno polaco liderado por el ultra-nacionalista Ley y Justicia (PIS) han caído en saco roto. Y la controvertida reforma del sistema judicial ha sido la gota que ha colmado el vaso. O Varsovia la retira de inmediato o Bruselas abrirá la próxima semana nuevos expedientes de infracción. No descartan tampoco activar el procedimiento para suspender el derecho de voto polaco en el Consejo.
Polonia no ha concluido la tramitación parlamentaria pero la Comisión Europea ya ha dejado claro lo que 'a priori' opina del nuevo paquete legislativo que permitirá al gobierno destituir a los miembros del consejo nacional del poder judicial y al parlamento nombrar a 15 de los 25 jueces: supondrá una “amenaza sistémica” contra el Estado de derecho, erosionará el sistema, abolirá la independencia judicial y someterá a la justicia al control político del gobierno.
Dicho llanamente, “los jueces servirán a placer a los líderes políticos y dependerán de ellos”, ha alertado Timmermans durante una rueda de prensa para dar cuenta del debate sobre el Estado de derecho en Polonia celebrado por el colegio de comisarios. Tras los llamamientos de la Eurocámara pero dado que todavía es un proyecto de ley, el Ejecutivo comunitario no ha adoptado ninguna decisión en firme pero el socialista holandés, que ya pidió por carta el pasado 13 de julio al gobierno que no adoptará las nuevas leyes, sí ha avanzado que el próximo miércoles darán el paso y adoptarán la tercera recomendación contra Polonia –Bruselas ya actuó el año pasado por la reforma del Constitucional y el control sobre los medios de comunicación- si Varsovia no ha rectificado.
BOTÓN NUCLEAR
Es más, o las autoridades polacas se embarcan en “un diálogo comprometido” para responder a las “graves inquietudes y preocupaciones” o la Comisión Europea tampoco descarta activar el artículo 7 del Tratado de la UE, que en última instancia permite castigar a un Estado miembro con la suspensión de sus derechos de voto en el Consejo en caso de “violación grave y persistente” de los valores europeos, incluido el respeto del Estado de derecho y la justicia. “Teniendo en cuenta los últimos acontecimientos estamos muy cerca”, ha avisado.
Se trata de una especie de “botón nuclear”, tal y como se conoce en Bruselas a esta opción, que nunca hasta ahora ha sido utilizado contra ningún Estado miembro y que requiere de un amplio consenso entre los Estados miembros. La Comisión Europea no necesita ninguna autorización para presentar una propuesta pero sí necesitaría posteriormente el apoyo de una mayoría cualificada de gobiernos para examinar la situación e incluso la unanimidad para suspender los derechos de voto. De ahí la cautela. No solo por la reacción de otros socios del este, como Hungría que en el pasado ya han dicho que no apoyarían semejante decisión, sino por las repercusiones políticas que algo así podría tener en la sociedad polaca en un momento como el actual, en el que la Unión Europa negocia ya la salida de un país como es Reino Unido.
Timmermans se ha mostrado convencido de que no hay riesgo de que Polonia pudiera seguir el camino del 'bréxit' pero ha tendido de nuevo la mano a las autoridades polacas. “Estoy a disposición del Gobierno las 24 horas del día, les he invitado y espero que vengan a Bruselas. Los dos ministros hablan mucho de mi, y no para ponerme bien precisamente, pero sería más interesante si hablaran conmigo para intentar encontrar una solución a los problemas que tenemos…. Para resolver los problemas entre amigos hace falta diálogo”, avisa. “No es solo cuestión de los polacos. Lo que ocurre en Polonia nos afecta a todos”, ha zanjado.