Renfe salva los emblemáticos talleres de La Sal con 200.000 euros
La empresa da acceso a la Asociación de Amigos del Ferrocarril tras cuatro años.
La compañía ferroviaria Renfe anunció ayer por sorpresa que invertirá más de 200.000 euros para renovar los deteriorados talleres del barrio de La Sal, ubicados en el municipio de San Andrés del Rabanedo, y para adaptar estas enormes instalaciones de 10.000 metros cuadrados a las nuevas necesidades de reparación de trenes. Un balón de oxígeno que ‘salva’ el emblemático inmueble y que la empresa dio a conocer en la reunión que mantuvieron en Madrid sus directores generales de Operaciones y Fabricación y Mantenimiento, Luis Francisco Viñayo y José Antonio Jiménez, con el alcalde de San Andrés, Gregorio Chamorro, y el subdelegado del Gobierno en León, Juan Carlos Suárez-Quiñones.
Además, Renfe permitirá el acceso a los talleres a la Asociación de Amigos del Ferrocarril para que sus socios se encarguen gratuitamente del mantenimiento y recuperación del patrimonio ferroviario leonés. Hacía cuatro años que esta organización no podía entrar en las instalaciones de La Sal, una negativa que se solventará con un convenio.
Chamorro calificó de «muy positivo» el encuentro, al considerar que se habían conseguido los objetivos que perseguían, por un lado inversiones para mantener la actividad de los talleres «que se iban a cerrar para ser trasladados a Torneros», recordó, y por otro, el facilitar la restauración de las antiguas locomotoras como reivindicaban Amigos del Ferrocarril. «Es una buena noticia para el municipio de San Andrés, donde los talleres son un icono. Siempre hemos defendido el mantenimiento y la conservación de estas instalaciones, tan queridas por los vecinos y que aportan empleos», indicó.
Suárez-Quiñones también valoró el compromiso real que demuestra Renfe, puesto que la contratación de las obras está en proceso de licitación con una inversión superior a los 200.000 euros, lo que «consolidará la presencia ferroviaria en León», opina. El consejero de Fomento, Antonio Silván, fue uno de los artífices del encuentro con la empresa y de hacerla ver la importancia que estos talleres poseen para León. Unos talleres de Material Motor que se construyeron en 1958 y que albergan los trabajos de reparación de locomotoras y unidades eléctricas del área de León. En ellos se encuentran algunas de las máquinas de vapor históricas de mayor valor como la Mikado o la Inglesa.
El proyecto de integración del ferrocarril en León y San Andrés apostaba por derruir estas naves, con problemas en la cubierta y en la playa de vías, principalmente, pero al aparcarse el proyecto por ajustes presupuestarios, los talleres de San Andrés podrán tener una segunda vida, con nueva carga de trabajo y una rehabilitación comprometida por Renfe.