Los expertos sacaron 70.000 piezas de la gruta antes del desastre

Las catorce campañas arqueológicas realizadas antes de 2007, año en el que las obras destruyeron el yacimiento, consiguieron recuperar un total de 70.000 piezas, con un valor económico estimado de 1,8 millones de euros. Ya entonces se estimaba en unos 14 millones de euros, cifra que aparece en el auto que cierra la instrucción, la valoración de las piezas que aún quedaban por sacar de la cueva.

El yacimiento es uno de los dos más importantes de España —algunos lo sitúan en primer lugar— y era conocido por investigadores de otros países. Hogares y cerámicas de época neolítica, utensilos óseos y de silex, conchas marinas, hachas de basalto forman parte del tesoro arqueológico obtenido en un lugar que se fecha entre el sexto y el quinto milenio antes de Cristo. Su antigüedad es por tanto de 7.000 a 8.000 años.

Con una anchura de 60 meros y 13 de altura, la cueva tiene 225 de profundidad y pese a que la destrucción afectó a la capa de restos del Neolítico, también se encontraron utensilios datados en el Paleolítico y en la Edad de Bronce.

Las pistas de ocho metros de anchura ejecutadas —en la red de carreteras secundaria existen viales que no alcanzan esta medida pese a que se ha ampliado en los últimos años su plataforma— y las 59 balsas que se ejecutaron, con diámetros de 5 a 30 metros, además de la roturación de 60 hectáreas, son las obras que acompañaron a la destrucción del yacimiento.