MEDIO NATURAL
León aprovecha los recursos locales en seis comarcas para salvar al urogallo
Los convenios con entidades públicas y privadas buscan la mejora del hábitat
Agentes medioambientales participan en un proyecto para la protección del urogallo
El proyecto Life+ Urogallo cantábrico, ‘Programa de acciones urgentes para la conservación del urogallo y su hábitat en la cordillera Cantábrica’, cuenta en su plan con seis acuerdos dentro de la provincia leonesa para conseguir un númerode ejemplares de la espcie que haga viable su conservación. En concreto, dos de estos acuerdos se desarrollan en los Ancares Leoneses, otro en Picos de Europa, en el Alto Sil y en los valles de Omaña y Luna, además de en el valle de Laciana.
Los proyectos leoneses para la conservación del ave tienen en común que tratan de explotar los recursos de la zona como activo para la recuperación de la especie. En los Picos de Europa, el Life ha firmado acuerdos con los ayuntamientos de Posada de Valdeón y Picos de Europa para potenciar la especie a través de la apicultura. En Ancares, los planes se realizan junto a la Asocaicón A Morteira, mediante repobalciones forestales, y con el consrcio para la gestión de la reserva de la biosfera para la promoción de la activida ganadera.
En el Alto Sil se ha recurrido a los cazadores de Salientes, Valseco y Ssalentinos para el contro lde especies depredadoras y competidoras. En Omaña y Luna, el accuerdo se lleva a cabo con la Fundación Tierra Ibérica, en un intento de sensibilizar a la población. Mientras que en Villablino, último gran refugio para el ave, el plan afecta a la fundación Laciana y una asociación de cazadores de la zona.
El programa está coordinado por la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Dicho plan está cofinanciado al 50% por la Unión Europea a través de los fondo de Life+, instrumento financiero de la Unión Europea para el medio ambiente, y cuenta como socios con las Comunidades Autónomas de Galicia, Cantabria, Principado de Asturias y Castilla y León, ésta última a través de la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León, el Consorcio Interautonómico para la gestión coordinada del Parque Nacional de los Picos de Europa.
La población del urogallo ha disminuido un 70% desde 1981 y su área de distribución se ha reducido a unos 5.000 kilómetros cuadrados (Km2). Su población se estima ahora entre unos 300 y 400 ejemplares que viven en hayedos, robles y pinares. Antes, además de una zona continua desde los Ancares de Lugo hasta Cantabria, había poblaciones aisladas en el Sistema Ibérico y en los montes de León (montes Aquilianos y sierras del Teleno y Cabrera).
Hoy los ejemplares de urogallo se concentran en Asturias y León, con un núcleo reducido en Cantabria, mientras que el resto se han extinguido. Así, la reducción de la superficie habitada por la especie ha dado origen a dos núcleos, separados por una amplia zona con una baja población en el corredor del puerto de Pajares.