Lo que quiere

¿ Sabe cuáles son las creencias que le están impidiendo conseguir lo que quiere? Me refiero a esas ideas que da por ciertas y ni se plantea que puedan ser de otra forma. Tipo ‘no soy capaz de decir que no’, ‘a mí siempre me pasa esto’ o ‘ser padre es muy difícil’. Nuestras creencias condicionan nuestras capacidades. Nuestras capacidades condicionan nuestra actitud. Nuestra actitud condiciona nuestra conducta. Y nuestra conducta influye directamente en nuestros resultados. Por eso sus creencias son determinantes para que consiga lo que quiere, o para que no. Y todas las que le limitan pueden englobarse en una de estas tres:

-Es muy difícil. Cuando cree que algo es muy difícil o, peor todavía, que es imposible, se está enfocando en la dificultad. Y a partir de ahí sus pensamientos y sus acciones estarán condicionados por ese foco. Si cree que es muy difícil tener un trabajo que le guste, resolver un problema o llevarse bien con la suegra, ya no hará lo que necesita hacer para alcanzar su objetivo, porque como cree que es muy difícil… Y lo poco que haga, no lo hará con la actitud apropiada.

-No puedo. Aquí, en vez de creer que es muy difícil para todo el mundo, cree que lo es para usted. Cuando cree que no puede conseguir algo es como si se pusiera una venda en los ojos, porque ya no será capaz de ver ninguna oportunidad para conseguirlo. Por ejemplo, si cree que no puede responder bien cuando un superior le hace un reproche con mal tono, efectivamente no podrá. Sus capacidades quedan secuestradas en cuanto cree que no puede. En cambio, si cree que puede conseguirlo, buscará la manera. Ya no se cerrará puertas a sí mismo. Como dijo Henry Ford, ‘tanto si cree que puede como si cree que no puede, tiene razón’.

-No me lo merezco. Ahí donde la ve, tal vez sea la peor de las tres, porque es muy sutil y pasa desapercibida. Hace falta un trabajo más profundo para identificar que en el fondo no se cree merecedor. El problema es que, si no cree que merezca algo mejor, se conformará con lo que tiene.

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