Diario de León

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"… y el sol dentro de la tarde, / como el hueso en una fruta […] Agosto. / Los niños comen / pan moreno y rica luna". Un poemita de Federico García Lorca, festivo, como suele ser el mes de agosto, ya en sus últimas bocanadas, paradigma en muchos casos de ese «dolce far niente» que el mes veraniego por excelencia trae a las costumbres vacacionales patrias. Siempre quedan momentos, sin embargo, para algunas lecturas –leer con todos los relojes parados, lectura feliz- o reflexiones, aunque sean estas fugaces. Ofrezco un puñado, que no son de cosecha propia, sino anotadas de unos y otros. Y es que –es la primera- casi todo es la primera vez que lo pensamos. En épocas de dificultades puede que creamos que sea la última. 

¿Había pensado que muchos buscan el poder para presumir de él esperando retardar la patada en el culo que tantos tienen ganas de darles? El gran humillador se hace fuerte con los débiles, ruin con los poderosos. Ya se sabe que entre la fauna hispana queda sitio para la fauna salvaje. Y que las sonrisas aparentes son las más perturbadoras. El futuro del que hablan con solemnidad suele tardar mucho en llegar, si es que llega. Dicen que siempre somos más exigentes con las ficciones que con la vida real.

Somos un poco el producto de las historias de los otros que nos han precedido. Añadir la propia no deja de ser hermoso si, sobre todo, aporta optimismo y voluntad de compartir alegrías. La alegría es un estado de ánimo que pone las cosas más fáciles a todos. La bondad también es un don que se cultiva.

Quien duda es quien llega, reflexión de Aleixandre. Los que más saben son los que más dudan. Los más ignorantes dudan poco, pero pontifican mucho: él suele ser su propio argumento de autoridad. De ahí que casi siempre la ignorancia sea el motor de toda prohibición.

Disfrute, sobre todo. De una u otra forma. El director de cine Mario Monicelli, uno de los padres putativos de Gassman, soltó a Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir en cierta ocasión que tanto la filosofía como la literatura eran dos cosas inútiles. Quién sabe. La precaución es buena consejera. Que disfrute, con sus dudas y certezas. Ojalá, palabra mágica con que se aguardan todos los bienes. Ojalá es sencillamente la jaculatoria musulmana de «Ua xa Aláh», que significa literalmente «Dios lo quiera». Y que el agosto feliz se prolongue.

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