Editorial | La nueva medicina necesita altura de miras y medios para ser eficiente

La experiencia que dejará esta pandemia debería suponer una revolución en el sistema sanitario, que debe asimilar con tiempo, recursos y decisiones no siempre fáciles una lección que se ha tenido que aprender sin apenas oportunidades para la reflexión. La remisión del número de contagios y de enfermos graves abre la ocasión de emprender una remodelación integral que no pierda de vista la máxima que ha primado durante esta crisis: salvaguardar la salud de la población es prioritario y una sanidad pública universal y dotada de recursos es la única vía posible para conseguirlo.

Partiendo de esta premisa, se abre un abanico de opciones que ya se están poniendo sobre la mesa. La telemedicina es una de estas medidas que de aplicarse con coherencia y sentido común puede suponer un gran avance para mejorar la atención primaria. Sin embargo, en este caso, su puesta en marcha debe estar acompañada de unas condiciones que actualmente no se cumplen en el medio rural leonés, como es la cobertura de red de banda ancha de alta velocidad para todo el territorio sin excepciones. Unido a esto, se debe tener constancia de que los usuarios, con una media de edad avanzada, están en condiciones de utilizar los dispositivos para mantener con solvencia una consulta médica a distancia.

Reforzar la atención primaria con centros de salud bien dotados de personal y material es otro de los desafíos a los que se enfrenta la administración sanitaria. Tanto en los ambulatorios de las ciudades como en los consultorios locales la seguridad de los sanitarios, especialmente, pero también de los pacientes debe ser sometida a estrictos protocolos que impidan nuevos episodios como los que el colectivo ha tenido que soportar en estos meses. Los cambios que se han implantado de forma apresurada en el sistema deben ser analizados y mejorados bajo las directrices de un criterio experto. La seguridad evidentemente también debe ser trasladada a los hospitales, donde se ha jugado la verdadera batalla contra el virus. Sus profesionales han confesado que uno de los logros de esta etapa ha sido el de establecer sinergias donde no las había. Esta es otra faceta en la que profundizar.

Son muchas las dificultades y muy intrincadas las metas y solo una altura de miras ajena a intereses arribistas podrá superarlas.