El triángulo de las Bermudas del Sipam

Ahora que la FAO ha reconocido a León, a su montaña, con el título Sipam (sistemas importantes del patrimonio agrícola mundial) va siendo hora de que la Junta invierta ya — con esos fondos desprovincializados que se irán a Valladolid— en el desarrollo del clúster del Bierzo y, por lo tanto, en levantar allí el parque agroalimentario que pretender llevarse también al triángulo de las Bermudas de Castilla, ese lugar en el que naufragan todas las aspiraciones leonesas.

No hay otra comarca de la Comunidad con la riqueza natural berciana y, sin embargo, y no es casualidad, continúa a desmano, lejos de cualquier nodo con el que pueda hacerse presente con la importancia que merece en la economía española.

La declaración de la Unesco destaca que la Montaña Leonesa es la zona más privilegiada del mundo tanto por la cantidad de reservas de la biosfera que atesora —siete— como por los 16 productos de calidad diferenciada que posee. Ninguna otra provincia de España cuenta con semejante titulación por lo que se entiende demasiado bien la razón por la cual la Junta no piensa darle las herramientas con las que desarrollar el valor añadido merecido.

Ahí está, sin embargo, el «proyecto de país» del parque logístico agroalimentario de Valladolid y la plataforma de especialización inteligente de Palencia, con el que se busca convertir la provincia «en uno de los ejes de desarrollo para la autonomía y proyectarla como foco de atracción de inversión y progreso, impulsando el sector agroalimentario y el industrial».

¿Qué? ¿Hay o no hay triángulo? El tercer vector está en Burgos a través del Laboratorio Agrario Regional. Por todo ello no está de más pensar que tal vez —esto es un juicio de intenciones que no tienen por qué compartir— si la Junta hubiera estado en el equipo de trabajo junto al Gobierno y la Diputación, la declaración Sipam estaría revoloteando de un despacho a otro hasta encontrar en Castilla un lugar mejor hacia el que llevarse la montaña de León.