Editorial | La precariedad de las vías férreas es una amenaza para las personas

Las quejas sobre la situación de las líneas ferroviarias de la provincia no son precisamente nuevas. Con trazados del siglo XIX, el tránsito de convoyes hacia Asturias y Galicia se realiza por Pajares y el Manzanal por vías que requieren inversiones de mantenimiento urgentes. En el caso del tránsito por la Cordillera Cantábrica, el proyecto de la Variante de Pajares —tan dilatado en el tiempo— ha servido de excusa para no realizar labores de conservación, puesto que incluso recientemente se ratificó que esa línea será abandonada cuando entre en servicio el nuevo trazado. Y sobre el Manzanal también es conocido que allí incluso se abandonó allá por 2003 el proyecto para crear una variante de lo que entonces se denominaba TAV (tren de alta velocidad) y que se reclamaba desde órganos como el Consejo Comarcal del Bierzo como un trazado híbrido, para mercancías y pasajeros como parece decidido que será el servicio que preste cuando se abra la Variante de Pajares. Ayer, el maquinista del mercancías accidentado en el túnel de Puente de los Fierros se salvó por muy poco. Y afortunadamente el convoy protagonista del accidente era un mercancías. También hace años ocurrió algo parecido con un tren que hundió una noche literalmente el puente de Veguellina de Órbigo. Con infraestructuras en precario se ponen en peligro vidas humanas. No vale con lamentarse a posteriori. Hay que invertir en los servicios públicos de la España menos favorecida. La degradación se comprueba con la acumulación de incidentes que pueden calificarse como de alto riesgo.