Diario de León

Creado:

Actualizado:

Ah, el arte de ser claro. Qué difícil. Uno en esto hace lo que puede, y aun así siempre hay quien te pregunta qué quisiste decir con eso de que estás del confinamiento hasta el esternocleidomastoideo. Para algunos las medidas del Gobierno para la desescalada progresiva son confusas. ¿Lo son? En esto no soy fuente fiable, es mi mujer quien lee todas las instrucciones, incluso las de las galletas. Por supuesto, siempre hay a quien le gusta expresarse en enrevesado, pero no creo que sea el caso que nos ocupa. Simplemente, en esta compleja situación que padecemos hay mucha subdivisión y mucha letra pequeña. No siempre dos y dos son cuatro. Mairena le pidió a un alumno que escribiese en el encerado: «Los sucesos consuetudinarios que acontecen en la rúa». El muchacho obedeció perplejo y acto seguido le pidió que lo tradujese a lenguaje poético. Este escribió: «Lo que pasa en la calle». El maestro sentenció con satisfecha retranca: «No está mal». Y tanto. Para hacerse entender nada mejor que llamar al pan, pan… y a la rúa, calle. Sin embargo, también hay quienes no prestan atención y luego se enfadan porque no se han enterado. En español decimos «me suena a chino» de todo aquello que no entendemos. Un razonamiento simplón, pues si fuéramos chinos sí lo entenderíamos y entonces lo que nos resultaría incomprensible es nuestro diáfano «Yo no quiero que a los toros te pongas la minifarda». Lo mejor es ser bilingüe.

Ante mis dudas, fundadas o infundadas, seguiré en casa. En este confinamiento, solo echo de menos al futuro. Aún puedo limitar mis salidas a lo permitido, sin asilvestrarme en exceso. Todo en su medida. Mientras no me ocurra como al japonés al que nadie le avisó que la II Guerra Mundial había terminado… y 20 años después seguía haciendo guardia en su garita. A mí que me avisen, pero en clarito.

A algunos no se les entiende nada y a otros se les cala demasiado. Más claro, la noche. Si no he logrado aún hacerme entender esperen a leerme dentro de un mes, si seguimos confinados. El estilo de Góngora va a resultar cristalino comparado con el mío. Las cosas claras y el chocolate espeso, dice la máxima. Y si no me lo entienden, en la próxima columna probamos con el chino.

tracking