Vela Zanussi

Tropezones brinda la radio en directo y me tocó firmar uno bien sonoro hace ya bastantes años en los micrófonos cope de Radio Copular (la radio en celo), porque teniendo que hablar del pintor Vela Zanetti me salió un Vela Zanussi por no sé qué rara asociación de ideas electrodomésticas o brujas de las ondas. También he de decir que acabé apadrinando el traspié y desde entonces ya es normal que sólo llame así a este artista burgalés del lienzo rudo o del mural retablista que tanta relación tuvo con esta ciudad donde no pudo encontrar mejor panegirista y valedor para el discutido valor de su obra que un paisano de tierra y sentimientos como Victoriano Crémer y un primer comprador generoso al que este convenció para revalorizar sus cuadros, Antonio «Piva»... y así, el Zanetti un tiempo exiliado vendría a ser también otro vencido viviendo entre vencedores; y de ellos. Durante su travesía de dos décadas franquistas vinieron de la Iglesia, del Régimen, bancos o empresarios de pro sus principales encargos, igual que sucedió en su estancia anterior en Santo Domingo, donde hizo murales piadosos a porrillo, entre los que está el dedicado a la muerte de san Agustín que publicaba este diario hace poco, una pintura espantosa en la que coló su propio retrato y el de algunos amigos, señala Verónica Viñas, mural que hiere a la vista tras asesinar al gusto y al canon más elemental del dibujo. En fin, su grandonismo historicista y religioso o su redundante costumbrismo de labriegos castellanotes de manazas curtidas le hacían muy indicado para los famosos calendarios pintureros de Unión de Explosivos Riotinto, pero ni siquiera, así que entiendo muy bien el repelús que le provocaba a Gamoneda el mural de Vela que hay en el edificio Fierro y al que obligatoriamente debía enfrentarse cada mañana antes de entrar a su despacho. Fatiga un pintor tan quieto en sus modos de rudas castellanías y tics de grandezas nobiliarias que no aguantan una revisión histórica sin caerse con estrépito, ni una revisión artística sin apedrear el ojo. Vela Zanussi era una lavadora de principios.