«GRACIAS A FÉLIX RODRÍGUEZ DE LA FUENTE HOY PODEMOS VER ÁGUILAS, LINCES Y LOBOS»
Félix Rodríguez de la Fuente falleció en un accidente de avioneta el mismo día en que cumplió 52 años. Ahora, 40 años después, otro defensor de los animales, muy distinto en las formas aunque con la misma esencia, rinde homenaje a quien fue el gran divulgador y defensor de la fauna y la naturaleza españolas. Es el conocido herpetólogo Frank Cuesta. Nacido en León en 1971, Frank Cuesta, Frank de la jungla o Wild Frank ha regresado a España para grabar ‘Wild Frank, el legado de Félix’, que hoy, a las 21:30 horas, estrena el canal televisivo en abierto DMax.
—¿Quién es Félix Rodríguez de la Fuente para ti?
—Fue un precursor de muchas cosas y un amante de los animales, pero sobre todo una persona que hizo que hoy en día podamos ver en España águilas, linces o lobos. Por eso, aquí vamos a ver su obra delante y detrás de las cámaras. Vamos a hacer un repaso a su vida y a su trabajo en la serie ‘El hombre y la tierra’, en la radio. Y luego, lo que nos ha dejado como legado.
—Llegó a decir que no volvería a rodar en España. ¿Qué te hizo cambiar de opinión?
—Lo pensé, pero es que me tocaron tanto las narices diciendo que qué pintaba yo en España, que qué tenía que grabar en España, que al final he dicho que voy a grabar todo este año en España. Tú dime que no a algo y yo le daré la vuelta.
—Vienes solamente para grabar. ¿Conoces tan bien la fauna española como la tailandesa?
—Lo bueno de aquí es que hay muchísimas asociaciones, refugios y centros de rescate que llevan años trabajando en la conservación animal. Yo la he tratado de pequeño, pero siempre que venimos aquí nos apoyamos en la gente que lleva muchos años trabajando con esta fauna porque son los que realmente saben y la entienden. Cada vez hay menos espacio para los animales, atravesamos campos, bosques y montañas lo supone una intrusión brutal.
—¿Ningún rincón le ha sorprendido tanto como para dejar Tailandia?
—España te sorprende siempre. Cualquier paraje natural es una auténtica preciosidad. Es un paisaje totalmente diferente a lo que estoy acostumbrado. En Tailandia es donde vivo desde hace 21 años. Llegué allí por el tenis y ya me quedé por trabajo. Luego, echas raíces y ya te quedas. No es ni mejor ni peor. Simplemente es un país al que me he acostumbrado y, de momento, es donde vivo.
—¿Qué tiene DMax para que no se desvincule del canal?
—Es un canal con el que muchas veces discuto y en el que tenemos nuestros más y nuestros menos pero, hasta ahora, se podría decir que me ha dejado hacer todo lo que he querido hacer. No me pone trabas a la hora de grabar cosas y, sobre todo, respeta mucho lo que hacemos.
—¿Has tenido ofertas de otras cadenas?
—Ofertas hay todos los años, pero esto es como todo. Soy un tío que siempre usa la misma ropa y que no aspira a esto o a lo otro. Cuando estás a gusto en un sitio, estás bien donde estás.
—¿Qué sensación te dejaron los programas de la caza y los toros una vez emitidos?
—Muy buena, porque son temas controvertidos y dimos un repaso de por qué existen y si deberían seguir. Son dos actividades que yo no practico y que no me gustan, pero considero que la caza sigue siendo necesaria hoy en día y que alrededor del mundo de los toros hay mucho más que un torero, un toro y un picador. Es bueno dar la información y, sobre todo, decir que si se quiere acabar con los toros tiene que ser de una manera escalonada y bien hecha. No se pueden prohibir por prohibir.
—Hace unos meses compartiste una foto en la que se te veía sin pelo. ¿Cómo te encuentra?
—Bien, estoy bien. Esto es una enfermedad larga y tiene sus altos y sus bajos. De vez en cuando te pega un jamacuco y ya está. Hay que seguir adelante y la vida es así.
—¿Qué te animó a hacerlo público?
—Soy muy activo en las redes sociales y en Youtube, y, obviamente, la gente que me conoce lo sabe desde hace muchos años. Si de repente la gente te ve sin pelo, pues te va a preguntar, y quise decir que estoy enfermo, pero que me estoy recuperando y ya está.