Cirugía pediátrica de León a Guinea Bissau

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La solidaridad leonesa ha sido lo suficientemente generosa para que la misión humanitaria de cirugía pediátrica León-Guinea Bissau sea una realidad en abril. Un equipo de dos cirujanos pediátricos, dos pediatras y tres enfermeras volarán el próximo 6 de abril desde Lisboa a Bissau con dos maletas de 23 kilos cada una con el material necesario para poder operar a medio centenar de niños y niñas en este país africano.

Y no sólo para operar sino también para preparar, aunque sea precariamente, el preoperatorio y posoperatorio en un entorno en el que la desnutrición infantil y la escasez material son la nota dominante. Preparados proteíticos, leches y material diverso para plegado en esas maletas mágicas. «Hay que alimentar bien a los niños», precisa.

Todo el equipo suma más de 300 kilos de peso. El equipo esta formado por Domingo Corton Lamelas, cirujano pediatrico, y autor del proyecto, Jose? Mari?a Pradillos Serna, cirujano pedia?trico del Caule, Carlos Ocan?a Alcober, residente de u?ltimo an?o en pediatri?a, Gloria Lo?pez Blanco, intensivista pedia?trica, Inmaculada Pe?rez Garci?a, enfermera especialista en pediatri?a, Trini Arce Canseco, enfermera especialista en pediatri?a y Mercedes Marti?nez Castro, enfermera quiru?rgica y pediátrica.

«León se ha volcado con nuestro proyecto», señaló Trini Arce como balance del festival solidario que celebraron el sábado en el centro cívico de El Crucero para recaudar fondos. Furgonetas Solidarias y la Fundación Aida colaboran con este proyecto que llevará la cirugía pediátrica al país africano por tercer año consecutivo.

«Hay varios equipos que van con la misma misión, de Barcelona y de Italia, sobre todo para los casos más graves», explica José María Pradillos, cirujano pediátrico del Hospital de León. Las principales patologías a las que se enfrentan en Guinea Bisáu son de tipo digestivo y muchas derivadas de malformaciones genéticas.

«Al no existir el control prenatal se dan muchos casos de fisura labial, niños a los que hay que practicar colostomía porque nacen sin ano y también muchos quemados con retracciones en las manos», explica. «Es muy habitual que los niños cocinen y por eso las quemaduras son muy frecuentes», añade.

En la mayoría de los casos son patologías que en León apenas se ven. «Las malformaciones se detectan en el diagnóstico prenatal y normalmente se aborta», explica el médico.

La misión humanitaria fue iniciada por el doctor Cortón que es cirujano pediátrico de Navarra, actualmente jubilado. «Me decidí a ir cuando mis hijos empezaron a ser un poco más mayores», comenta el doctor Pradillos después de tres años de experiencia en el país africano.

El balance no puede ser más positivo. «Gasto mi dinero y mi tiempo, pero a nivel personal me enriquece y me siento útil», comenta. Incluso más útil allí que aquí: «Aquí me pueden sustituir, allí no tienen nada», apostilla. Sus inquietudes humanitarias le han llevado a otros países como Liberia y Uganda con la organización Cirujanos en Acción. Para algunas miembros del equipo es la primera vez que se enfrentan a una experiencia de cooperación internacional. Es el caso de la enfermera especialista en pediatría Trini Arce. «Ya estamos deseando que llegue el día», admite.

No va a ser un paseo turístico, ni mucho menos. Las condiciones en las que trabajarán no tienen que ver con las del Hospital de León. «Va a ser un contraste fuerte, sobre todo por la situación de la gente», comenta.

Guinea-Bissau, estado de África occidental situado al sur de Senegal, es uno de los países más pobres y menos desarrollados del mundo. Las condiciones sanitarias del país son muy deficientes. Solo hay hospitales en las capitales y la red de farmacias es muy precaria. Ni siquiera hay un médico por cada mil habitantes. En el hospital pediátrico Simon Mendes colabora también Médicos Sin Fronteras.

Con una tasa de natalidad del 39,2% y una esperanza de vida de 50,6 años de media, su población es eminentemente joven. La mortalidad infantil supera el 87 por mil de los nacimientos.