Diario de León

«Deterioro acelerado» en el estado de salud de los jóvenes

Empeoran los hábitos de vida, tanto física como mental, de los niños y adolescentes españoles después de la pandemia

El uso de los dispositivos ha aumentado entre los niños y adolescentes. FELIPE TRUEBA

El uso de los dispositivos ha aumentado entre los niños y adolescentes. FELIPE TRUEBA

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El chequeo a los hábitos de vida de adolescentes españoles, realizado por la fundación de los hermanos Gasol, demuestra que, desde el inicio de la pandemia, estos chicos viven «un deterioro acelerado» de las rutinas que más influyen en su estado de salud. Su bienestar emocional ha empeorado, el abuso de pantallas sigue desbocado y cada vez duermen menos, comen peor y hacen menos deporte. «Estamos frente a una situación extremadamente preocupante, con graves consecuencias a corto, medio y largo plazo», resumió Cristina Ribes, directora ejecutiva de la Gasol Foundation, durante la presentación del informe Pasos 2023.

Tras la grave crisis social desencadenada por la pandemia uno de cada tres menores dice que está preocupado, triste o infeliz, lo que supone un aumento del 63% en tres años. Pero es que, además, el problema se agrava si en quienes nos fijamos solo es en las mujeres o en los adolescentes. Los dolores emocionales alcanzan a uno de cada cuatro y en ambos colectivos el empeoramiento es también del 70% o superior.

El segundo hábito pernicioso al alza es el abuso constante de las horas pegados a las pantallas de ordenadores, móviles o consolas. De media, cada crío pasa tres horas y cuarto mirando la televisión o el dispositivo entre semana y casi cinco en sábados y domingos. Bastante más si son varones. Los niños con esta costumbre insana han aumentado ocho puntos desde 2019 en los días de colegio y tres en los libres.

El sedentarismo también gana terreno entre los escolares españoles. La gran mayoría incumple el mandato de los pediatras de realizar al menos una hora diaria de ejercicio moderado y vigoroso y cada vez son más. Tienen siete minutos menos al día de actividad.

La proliferación de los malos hábitos también se detecta en las escasas horas que los jóvenes dedican al sueño. Los especialistas consideran que los chicos de 6 a 13 años no deberían invertir menos de nueve horas en dormir y que los adolescentes de 14 a 17 años no tendrían que bajar de ocho horas. Sin embargo, prácticamente la mitad de los niños y adolescentes incumplen habitualmente el consejo sanitario, especialmente durante los fines de semana. Quienes no duermen lo suficiente crecieron casi cinco puntos desde 2019 e, incluso, un punto más si solo se atiende a las mujeres.

El último indicador de hábitos saludables que se deteriora con claridad es la alimentación. Los expertos consideran que el ideal es la dieta mediterránea, el consumo habitual de frutas, verduras, legumbres y pescado que ha caracterizado las comidas tradicionales españolas y la marginación de precocinados, grasas y ultraprocesados. Sin embargo, menos de cuatro de cada diez chicos (el 37%) cumple regularmente este criterio, que ha empeorado tres puntos en el trienio.

El porcentaje de escolares con sobrepeso u obesidad. Uno de cada tres chicos tiene un peso excesivo y un 11,6% sufren obesidad. La segunda gran constatación del estudio, además del deterioro de hábitos de vida de los escolares, es el claro empeoramiento de los parámetros de salud entre los alumnos de familias más pobres. Tienen entre cuatro y seis puntos más de rutinas insalubres, con especial incidencia en la ausencia de actividad física y la mala alimentación.

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