Diario de León
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Para mantener una buena salud en la piel necesitamos recibir nutrientes esenciales y oxígeno. Los aceites vegetales tienen una estructura lipídica muy similar a la composición de la piel, compuesta por ácidos grasos, además de otros elementos como vitaminas, esteroles, minerales, pigmentos, etc.

Esta similitud junto a la capacidad de proporcionar a la piel vitaminas, antioxidantes y ácidos grasos esenciales (que el cuerpo no produce por sí mismo), convierte a los aceites vegetales en aliados imprescindibles para el cuidado y la salud de la piel, de todo tipo de pieles. Sin embargo, no todos los aceites vegetales son adecuados para cualquier uso y por supuesto, la composición química de cada uno de ellos es diferente.

¿De dónde provienen?

Normalmente se obtienen por prensado de semillas o frutos de algunas plantas, se extraen aceites vegetales que mejoran las pieles grasas y secas, atenúan las arrugas y aportan suavidad y elasticidad a la piel.

Los aceites vegetales son líquidos más o menos espesos, extraídos generalmente de semillas oleaginosas por presión en frío. En su mayor parte están constituidos por ácidos grasos saturados e insaturados. Además, poseen vitaminas A y E, así como otros componentes que justifican su empleo en la cosmética natural.

¿Qué aceites tener en casa, por sus propiedades y uso?

Sentir cómo un aceite vegetal va penetrando en nuestra piel con un suave masaje resulta muy agradable. Pero, más allá del puro placer sensorial, su riqueza en ácidos grasos nutre la dermis en profundidad y ayuda a mantenerla tersa y luminosa.

Los aceites vegetales, por su capacidad de penetración, sirven para diluir los aceites esenciales y poder aplicarlos sobre la dermis ya que los aceites esenciales son sustancias muy concentradas que no pueden utilizarse directamente sobre la piel.

ACEITE VEGETAL DE

ALMENDRAS DULCES

El aceite de almendras dulces se obtiene del fruto del almendro dulce (Amygdalus comunis L. Var. Dulcis).

Es uno de los aceites vegetales que por sus propiedades más se usa para cuidar la piel. Destaca por su contenido en vitaminas A, D y E, y resulta muy útil para suavizar y calmar picores e irritaciones cutáneas.

Favorece la curación de dermatosis, quemaduras superficiales e inflamaciones de la piel.

Previene la aparición de estrías.

Para realizar masajes a bebés y niños, para mujeres embarazadas y para pieles frágiles.

Precauciones de uso: a pesar de su gran tolerabilidad, el aceite vegetal de almendras está desaconsejado en personas alérgicas a los frutos secos.

ACEITE DE GIRASOL:

Este aceite vegetal (Helianthus Annuus Seed Oil) se obtiene por presión en frío de las semillas de girasol. Es muy apreciado por su alto contenido en ácido linoleico. En su fracción insaponificable también se encuentran tocoferoles (como la vitamina E en forma de alfa-tocoferol) y esteroles (el beta-sitosterol es el mayoritario).

Evita la descamación y pérdida de flexibilidad de la piel. Además de usarse como activo emoliente en las fórmulas, donde más aparece es como vehículo en macerados de plantas. Esto es debido a que no aporta un color muy marcado (es ligeramente amarillo) ni tampoco olor, y sobre todo es una materia prima de bajo coste y alta disponibilidad.

ACEITE DE COCO:

El Cocos nucifera L. mejora la hidratación de la piel desde las capas más internas, si añades unas gotas a tu hidratante corporal notarás un cambio increíble en tu piel. La leche de coco también tiene mucho que aportar al mundo de la cosmética, ya que proporciona elasticidad y tersura, además, tiene propiedades nutritivas y rejuvenecedoras.

ACEITE DE OLIVA:

Son muchas las propiedades del aceite de oliva (Olive fruit oil) para la piel: destaca por su acción hidratante y regeneradora. Además, su alto contenido en ácidos grasos y vitaminas lo convierten en un potente antioxidante, es decir, en un aliado contra las arrugas.

ACEITE DE ROSA MOSQUETA:

El aceite de rosa mosqueta (Rosa Moschata Seed Oil) es el gran aliado en formulaciones cosméticas por sus extraordinarias propiedades cicatrizantes, regenerantes, hidratantes, antiedad y antimanchas que mejoran en aspecto de la piel, protegiéndola de las agresiones externas.

ACEITE DE JOJOBA:

es un aceite (Simmondsia Chinensis Seed Oil) muy agradecido y poco grasiento por lo que la piel lo absorbe rápidamente. Resulta perfecto para la hidratación de las pieles con imperfecciones ya que regula la producción de sebo. Es un desmaquillante suave para el rostro y los ojos.

ACEITE DE ARROZ:

El Oryza sativa es maravilloso conservante y antioxidante, es el ingrediente base ideal para que elabores de forma casera tus propios tratamientos antienvejecimiento de la piel, con productos totalmente naturales. Tiene propiedades astringentes, previene el envejecimiento de la piel y actúa como protector frente a los rayos del sol.

Naturkamo, escuela de

cosmética natural de León

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