Comedores individuales

Con la seguridad por bandera, así se trabaja en Cueva Marcos para garantizar que en todos los rincones de este especial restaurante de Valdevimbre se pueda disfrutar de la mejor carne sin riesgo alguno. De hecho, este inconfundible espacio arañado a la tierra cuenta en sus recovecos con comedores individuales en los que los clientes pueden disfrutar con total tranquilidad. Eso sí, los comensales deberán ponerse la mascarilla obligatoria ante la presencia del camarero a la hora de servir y para desplazarse por el resto de este espacioso y singular restaurante que ha incorporado potentes extractores para renovar el aire.

Grifos de presencia en los baños para evitar cualquier contacto, así como los dispensadores de hidrogel, cartas de usar y tirar, además del código QR para escoger entre los exquisitos manjares que se sirven en este mítico restaurante y servilletas de un solo uso son otras de las medidas que ha incorporado la gerencia para aumentar la seguridad de sus comensales frente a la pandemia.

Más allá, está el espectáculo para el paladar de las carnes que se pueden disfrutar en Cueva Marcos, que cuenta con una ganadería propia a la que cuida y mima para obtener los mejores resultados en sus platos, donde la materia prima brilla por sí misma. A diario y en las jornadas exclusivas que en este restaurante se destinan a la espectacular carne de buey. Si esto fuera poco, todos los postres que se sirven son caseros. Un remate perfecto para una cita en una de las antiguas bodegas que ha sabido adaptarse a los tiempos.

La parrilla y el horno de leña se encienden a diario para potenciar el intenso sabor de la carne y, todos los martes, en Cueva Marcos se prepara un delicioso cocido al más puro estilo tradicional. Ese carácter inconfundible también se imprime al resto de los platos, con amplia presencia de guisos y bacalaos.