Comprometidos contra el cambio climático
Ferduero agrupa a 138 comunidades de regantes que aglutinan 246.110 hectáreas
La Asociación Ferduero nació el 3 de abril de 2008 con 16 entidades (dos de ellas juntas centrales, que agrupaban a 75 comunidades de regantes) que aglutinaban 132.243 hectáreas. Hoy ya cuenta con 138 comunidades de regantes asociadas con 246.110 hectáreas. El objetivo sigue siendo el mismo: trabajar en la defensa del regadío e informar a todos sus asociados de los problemas que les afectan, las gestiones con las administraciones, así como atender sus inquietudes y problemas. Además continúan intentando integrar a nuevas comunidades de regantes «para constituir un frente unido que luche por los intereses de todos».
Según explican, la demarcación hidrográfica del Duero, a la que representan, sigue pasando por una situación complicada debido a las decisiones y planes que se pretender adoptar que ponen en riesgo la viabilidad de las explotaciones agrarias. Por eso desde Ferduero demandan al Gobierno de España y la Junta de Castilla y León que emprendan las iniciativas oportunas para que la agricultura de regadío pueda subsistir como actividad económica y ponga freno a la sangría poblacional que sigue padeciendo el medio rural.
En este sentido reclaman una mayor disponibilidad de agua ya que la Demarcación del Duero, que se supone ‘húmeda’, apenas tiene regulado el 31% de sus recursos hídricos, la menor de toda España. «Seguimos demandando incrementos de regulación en las zonas deficitarias actuales y en las que puedan serlo en el futuro por efecto del cambio climático. Es labor de la Confederación hidrográfica del Duero no solo preservar la calidad del recurso, sino también poner los medios para que los usuarios de la cuenca puedan mantener su actividad y vivir de ella».
Ferduero tiene claro su apuesta por la modernización y la regulación como instrumento para hacer viables las explotaciones agrarias y luchar contra el cambio climático. Recuerdan que su actividad fija CO2, promueve el uso de energías limpias y una correcta utilización de los fertilizantes y los nitratos. Por ello, «pedimos a las administraciones sentido común», en lo que denominan «transición justa».