
2 de mayo de 2022, 3:35
Un tapial medio derruido enmarca unos aperos abandonados como recuerdo de un pasado no muy lejano que fue más amable con los pueblos que la realidad actual, en la que el paso de los años deja tras de sí estampas de una desolación que ya se antoja perenne, sin relevo para dar vida a una huerta que dio en su día unos frutos apreciados.