Diario de León

«Un gato muerto sería mejor presidente que Trump»

quique garcía

quique garcía

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

miguel lorenci

Un gato muerto sería mejor presidente que Donald Trump. Así que ¡venga, gatos muertos para todos!». Lo dice entre la ironía y la rabia Colson Whitehead (Nueva York, 1969) autor de Los chicos de la Nickel (Random House), la novela con la que este dotado narrador afroamericano ha ganado su segundo Pulitzer consecutivo. Desde Nueva York explica por vía telemática algunas claves de un libro espeluznante basado en hechos reales. La historia de un reformatorio en Florida en el que a lo largo de un siglo se abusó, torturó y asesinó a muchachos negros con absoluta impunidad.

Whitehead ha padecido una brutalidad policial que, cree, está en los genes de los agentes blancos y es una penosa herencia de los tiempos de la esclavitud. «Me han detenido, esposado e interrogado solo por ser negro; es algo habitual en mi país», lamenta. «Todos los jóvenes negros están a merced de una policía racista. En Nueva York es común detener y cachear violando todos los derechos básicos», denuncia.

En los días del ‘Black Lives Matter’, y con la sociedad movilizada y polarizada, él no es muy optimista. Cree que habrá avances, como los hubo en los años 60 con Martin Luther King, «pero cada vez que se dan, los republicanos los desactivan al recuperar el poder». Vaticina que si Donald Trump, a quien no duda en calificar de supremacista blanco y corrupto, se mantuviera en la Casa Blanca sería catastrófico. «Si vuelve a ganar, mucha gente morirá. Será un tragedia y no solo para Estados Unidos. Tendríamos otros cuatro años de muerte y destrucción», asegura el escritor que se consagró con El ferrocarril subterráneo, narrando como nadie la esclavitud y la realidad negra de su país.

Aquella novela le lanzó al estrellato y le dio su primer Pulitzer. El segundo le llegó mientras se hacía unas pruebas del Covid-19 y le descolocó. Le pareció increíble y casi le da un ataque de risa cuando iba por la calle con mascarilla. Nadie antes había encadenado dos Pulitzer y no se atreve a soñar con el tercero. «Sería ridículo», dice el sexto escritor de la historia, el segundo negro, en ganar el Pulitzer y el National Book Award y por una misma novela.

Los chicos de la Nickel parte de una noticia que llamó su atención hace seis años. La estremecedora historia del reformatorio Dozier, en Florida, donde se desenterraron más de 50 cadáveres de niños que fueron condenados por delitos menores. Durante décadas, los supervivientes de aquel infierno relataron palizas, torturas y abusos sexuales que nadie quiso escuchar hasta el macabro hallazgo que confirmó más de un siglo de impunidad.

Asegura Whitehead haber rebajado en su relato el horror de lo que se vivió en el reformatorio, «del que no supe nada hasta 2014». «La verdadera tragedia es que nadie hiciera nada a lo lago de casi cien años para detener tanto horror; que en un siglo no se alzara ninguna voz sobre algo que se conocía bien en Florida», lamenta. «Lo que ocurrió allí era tan espantoso que no funcionaría al trasladarlo en términos de ficción», asegura.

Racismo policial

Lo que ocurre estos días en Wisconsin no le sorprende lo más mínimo. «Nadie rinde cuentas, nadie paga por crímenes como los de Jacob Blake y George Floyd. Todos se han ido de rositas, como ocurrió en Dozier», se duele. «Este libro nace de la impotencia de que nadie pague por esos crímenes y todos se libren», dice de una novela que vendió más de un millón de copias en su país y que se tiene ya por un clásico moderno. La protagonizan dos personajes contrapuestos, el idealista Elwood Curtis, prometedor adolescente negro que acabó en el reformatorio por un malentendido, y el activista y pragmático Jack Turner, para quien la única forma de sobrevivir en la Nickel es emular la violencia y la crueldad de sus opresores. «Separo mis emociones de lo que escribo. De no hacerlo me volvería loco. Escribir sobre la esclavitud y sobre la Nickel me dejó muy tocado, muy deprimido», admite. Su antídoto al acabarla fue un atracón de seis semanas a de videojuegos con sus hijos.

El expresidente Barack Obama y presentadora Oprah Winfrey recomiendan con ardor los libros de Whitehead, que ironiza sobre la capacidad intelectual de Trump. «Los chicos de la Nickel es demasiado largo para él. Le recomendaría un libro infantil».

tracking