Diario de León

LA INMORTAL REINA DEL CRIMEN

Durante años, la escritora P.D. James, nombre literario de Phyllis Dorothy James White, se labró a golpe de palabra un título que hoy, cien años después de su nacimiento y seis tras su muerte, sigue ostentando: el de reina del crimen y el misterio. Sigue siendo la gran dama de la novela

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Durante años, P.D. James se labró a golpe de palabra un título que hoy, 100 años después de su nacimiento y seis tras su muerte, sigue ostentando: el de reina del crimen y el misterio. El de la gran dama de la novela negra. Las historias a las que dio vida se vendieron por millones, llenaron estanterías y fueron adaptadas al cine y a la televisión. Entre sus obras más conocidas están «Children of men», llevada a la gran pantalla bajo la dirección de Alfonso Cuarón; «Death comes to Pemberley» o «The murder Room». P.D. James, siglas que comprimían su nombre, Phyllis Dorothy James White, nació el tres de agosto de 1920, en Oxford, la ciudad inglesa mundialmente conocida por su universidad, en la que murió a los 94 años, en 2014.

Su padre era funcionario de la Agencia Tributaria del país y el matrimonio, según la BBC, no fue precisamente feliz. Su madre fue ingresada en un hospital psiquiátrico cuando James apenas había entrado en la adolescencia y a los 14 años tuvo que hacerse cargo de la casa y de sus hermanos.

La escritora acudió a la escuela Cambridge Girl’s High School, pero no pudo continuar con sus estudios e ingresar en la universidad por la situación económica de la familia.

Para poder ayudar en casa, James dejó la escuela a los 16 años y pronto se empleó en una oficina de impuestos. Más tarde ejerció como asistente del director de escena en el Cambridge Festival Theatre. DDesde sus días de colegiala, James ambicionaba convertirse en una escritora profesional. Su vocación estaba entre historias, papel y pluma.

La escritora contó a The Paris Review que creía que nació sabiendo que sería escritora. «Desde temprana edad le contaba historias imaginativas a mis hermanos y hermanas menores. Vivía en el mundo de la imaginación e hice algo que otros escritores me dijeron que hicieron cuando eran niños: me describí internamente en tercera persona», dijo. Con 21 años contrajo matrimonio con un estudiante de medicina que, algún tiempo después, se enroló en el cuerpo médico de la Armada británica. Fue enviado al extranjero y, cuando regresó, le diagnosticaron esquizofrenia.

En aquel entonces, y por segunda vez en su corta vida, James tuvo que ver cómo un miembro de su familia era ingresado en una institución para enfermos mentales. De nuevo tuvo que echarse a la familia sobre sus hombros y sacar a sus dos hijas adelante, esta vez en solitario.

A pesar de que el impulso de la autora que llevaba dentro seguía intacto, los acontecimientos la alejaban de la posibilidad de escribir a tiempo completo.

Entre 1949 y 1968 fue administradora del Servicio Nacional de Salud y ese mismo año se incorporó como funcionaria al Ministerio del Interior, donde estuvo hasta 1979, y trabajó para el departamento de Policía. «Me di cuenta de que nunca sería un momento conveniente para comenzar esa primera novela», dijo en 1997 a un periodista según recoge la BBC.

«Si no encontraba tiempo, no encontraba la motivación, habría sido una escritora fallida y eso sería absolutamente terrible». Así, tras llevar un tiempo compaginando su trabajo oficial con las palabras, en 1962 publicó su primer libro, Cover her face.

En esa primera novela, James presentó a su protagonista estrella: el inspector, y poeta, de Scotland Yard, Adam Dalgliesh. Este personaje protagonizó otros títulos como A mind to murder, Unnatural causes, Shroud for Nightingale, The black tower y A taste for death, entre otros, hasta The private patiente, en 2008. Sus trabajos, tanto en el departamento de Policía como en el Servicio Nacional de Salud le sirvieron de inspiración para el desarrollo de sus historias. También dio vida a una detective mujer, Cordelia Gray, y la convirtió en una de las primeras detectives privadas de la ficción moderna.

Sólo dos libros

Gray protagonizó solo dos libros. Según publicó The Guardian, James abandonó el personaje después de que en la versión televisiva se quedase embarazada y se diese cuenta de que su personaje «se había ido». El estilo de James, calificado de tenso y absorbente, caló en la editorial Farber & Farber, la casa que publicó todos sus libros en Reino Unido.

EEn la década de los ochenta su carrera dio el salto internacional: «Al comienzo de la semana era relativamente pobre y al final de la semana, no lo era», dijo, según el medio inglés. Una de las novelas por las que es más reconocida no tiene nada que ver con el mundo policial. «Children of men», publicado en 1992, y en ella se describe un futuro distópico en el que los seres humanos han perdido la capacidad de reproducirse y está en juego la supervivencia de la especie.

Esta historia fue llevada al cine bajo la dirección del mexicano Alfonso Cuarón y con un reparto que incluía a Clive Owen, Julianne More, Clare–Hope Ashitey y Michael Cane, entre otros. La cinta fue nominada al Óscar en 2006.

El último libro de sus libros que vio la luz fue Death comes to Pemberly, en 2011, una suerte de secuela de Pride and prejudice, con un giro criminal y negro, de Jane Austen, autora a la que admiraba. «Lo tuve en mente durante bastante tiempo», dijo a The Guardian en 2011, «y después de terminar The private Patiente vi que tenía la oportunidad de darme ese capricho. Quería combinar mis dos entusiasmos: escribir ficción de detectives y leer a Jane Austen».

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