Laguna de negrillos
Historia, tradición, celebración o patrimonio son solo algunos de los apartados imperdibles de Laguna de Negrillos. Pero en todos los casos, desde la fiesta de la alubia, a un Corpus Cristi, o simplemente la vida cotidiana de la villa, manteniendo y reforzando las señas de identidad para que visitar Laguna de Negrillos sea algo especial. Y en su conjunto también completar la amplia oferta del sur de la provincia como referencia tanto gastronómica como de enclave perfecto para el turismo, ocio y deporte de vacaciones.
La calidad de vida en Laguna de Negrillos es una obligación. Como si entre los vecinos y el propio Ayuntamiento estuvieran apuntados a ese objetivo sin necesidad de mandato. Un paseo actual por el municipio, de unos 1.000 habitantes censados, lo demuestra. Su privilegiado enclave hace que, por razones obvias de estos tiempos, se haya convertido en lugar elegido por muchos. Y desde el Ayuntamiento dirigido por Isidro García gestionan estas circunstancias con responsabilidad y ambición a partes iguales. «Creo que con sentido común podemos afrontar esta situación de la mejor manera. Recibimos a todo el mundo con los brazos abiertos. Pero sí detectamos que estos meses la gente está eligiendo los pueblos como destino», señala.
Ante esta nueva situación, puede decirse que Laguna de Negrillos, aún siendo una localidad de las más conocidas de la provincia, puede deparar gratas sorpresas, tanto a los que no la conocían como a los que creían conocerla pero que necesitaban urgentemente una visita actualizadora.
Pese al vaciado rural que se vive en muchas zonas rurales, Laguna de Negrillos ha desarrollado una personalidad que ahora resulta llamativa. Porque, sin quedarse atrás, no se trata de un municipio que apuesta por la masificación para acudir a un celebración, aunque su oferta gastronómica ahí está. Y los productos de la tierra son su gran manjar, trabajado con orgullo por sus habitantes.
Así, aparece apetecible. Como esas delicadezas que hay que disfrutar sin presumir. Tal vez, y más en estos tiempos, un sitio en su punto para no morir de éxito pero tampoco quedarse atrás como reclamo. Porque ser destino, o mejor punto de encuentro turístico es algo que viven con orgullo los que allí residen y trabajan, con Isidro Gacía, su alcalde, a la cabeza.
Partiendo de los inicios, pisar Laguna de Negrillos es rescatar una historia de siglos. Porque en el devenir de los acontecimientos, la localidad leonesa fue punto de destino y de paso por parte de la realeza medieval. Con Fernando II se cuenta que es cuando la villa se entrega a Suero Rodríguez. Pero tanto por su origen, como por su especial ubicación, entre Castilla y León como reinos, su paso siempre fue eficaz. Sumergidos en esos aromas históricos, la mirada puede dirigirse al Castillo de Laguna de Negrillos. Y ahí la imaginación recreará la historia de la ambición de los reinos cuando su expansión y conquista era una de sus razones de ser. Eran tiempos de Alfonso IX, y extender el reino de León hacia Extremadura uno de los objetivos.
Si los tiempos ahora son diferentes, hay que mirar dentro de la circunscripción municipal para encontrar una auténtico sitio para el recreo de vecinos y veraneantes clásicos que cuentan con la piscina municipal como uno de los epicentros del pueblo para refrescar las citas veraniegas.
La Iglesia de Nuestra Señora del Arrabal y la de San Juan Bautista son reflejo también del paso de los siglos por Laguna de Negrillos. Su importancia artística se corresponde a su calidad de testigo en el devenir del tiempo en una sociedad, como la de esta comarca, que vivió en los años 60 su esplendor en cuanto a población, pero que ahora resiste como uno de los polos de actividad del sur de la provincia.
Son formas de completar el sabor de Laguna de Negrillos. Que es a embutido, a pimentón, a alubias, a carne, a los productos de una tierra ambiciosa para crecer desde lo rural. Que sabe a fiesta. Y ahí hay que seguir su calendario.