La mejor solución para reforzar la convivencia

Los Administradores de Fincas atraviesan los peores «momentos de la profesión» tras la irrupción de la pandemia, que ha puesto en primera línea del conflicto a todo un colectivo que ha tenido que tirar de imaginación para dar una solución a los problemas que sufren las comunidades de vecinos. Muchas, más de dos años después, todavía no se han podido reunir de forma presencial.

Al miedo a los contagios se añaden los problemas derivados por los costes de la energía, que han tensionado la convivencia. Ante esto, el presidente del Colegio de Administradores de Fincas de León, Jesús Borge Luque, lamenta que los administradores de fincas sean el «blanco de todas las desgracias en las casas» por culpa de la tensión energética, que «ha hecho muchísimo daño».

Asegura que existe «una falta de información» porque los organismos públicos no son claros y venden rebajas o medidas que no benefician a todos. Confía en que la «normalidad», poco a poco, regrese a las comunidades de vecinos tras estos años «tan complicados».

Reivindica, igualmente, que se valore «mucho más» el trabajo tan ingrato que realizan los administradores de fincas, profesionales perfectamente preparados que «han sido imprescindibles» para desatascar todo lo que el covid paró en las comunidades de vecinos.

Hay que tener en cuenta que la guerra de Ucrania, y los problemas de abastecimiento, han encarecido también las materias primas y que muchas obras, que ya estaban previstas, han tenido que paralizarse y «eso genera estados de ansiedad», matiza Jesús Borge Luque, quien pide a los organismos públicos que pongan en marcha campañas de información para explicar con luz y taquígrafos en qué consisten las medidas para amortiguar la crisis y a quién afectan realmente. «Muchas veces se vende humo», critica el presidente del Colegio de Administradores de Fincas, que en los 36 años que lleva dedicándose a esta actividad nunca había visto una situación tan difícil.

Cree que la tensión «va a continuar» porque hay gente que pasa hambre y frío. «Los precios del gasóleo son espectaculares y muchas casas de León lo usan», apunta Jesús Borge Luque, que entiende, además, que la figura del Administrador de Fincas se debería reconocer para que su intervención fuera obligatoria.

La situación entre los vecinos comienza a estar «al límite» y en muchas comunidades van a tener que establecer «derramas extraordinarias» para hacer frente al elevado coste de los precios de los combustibles, ya que además del gas, también se ha disparado el coste del gasóleo e, incluso, del carbón, que aún calienta a cerca de 350 edificios en León. A esto se suma al incremento de la inflación y la difícil situación que atraviesan ya muchas familias por la crisis.

El Colegio de Administradores de Fincas tiene a profesionales colegiados con experiencia y formación para aportar soluciones a todos estos retos que se plantean.