Diario de León

El perro guía que se lleva con una mano

La Once entrena un labrador y diseña un «traje a medida» para una persona a la que le estalló una granada de la Guerra Civil

Xabat es el perro guía de la Once que da más autonomía a Alberto Villalba.  ANTONIO GARCÍA

Xabat es el perro guía de la Once que da más autonomía a Alberto Villalba. ANTONIO GARCÍA

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A los 21 años le estalló una granada de la Guerra Civil, abandonada en un garaje de Teruel, y le arrancó parte de los antebrazos y cegó su vista para siempre. «Ayudaba a una mujer», recuerda Alberto Villalba, la primera persona ciega y sin una mano en tener un perro guía. «Pasas de ser independiente, a alguien totalmente dependiente. Pero hay que mirar siempre para adelante, nunca para atrás». Entusiasta del ejercicio, Villalba sale a correr o monta en bicicleta en tándem. «Hago mucho deporte», mantiene.

En su rutina, ahora incluye a Xabat, un labrador negro de dos años entrenado por la Once, que vive con Alberto desde hace un mes. El 13 de diciembre entró en su casa, donde ya habitaba otra «perrica», indica Villalba, que tiene unas prótesis y antes avanzaba por la calle con bastón después de un proceso de rehabilitación que comenzó el mismo año 2013 del accidente. «Los dos perros se llevan bastante bien y a Xabat yo lo he recibido con mucha alegría. Yo siempre he sido de perro».

Este animal es «noble, tranquilo, paciente y con una sensibilidad muy especial», dice Eli Stewart, la entrenadora de perros guías de la Once desde hace tres décadas. Xabat vivió su primer año con una familia que ayudó a socializarle y tuvo un entrenamiento estándar hasta que se eligió a Villalba como «compañero de viaje», explica Stewart. «Para un perro tan especial, busqué en la lista de espera a los que llevaban cinco años esperando, y una era Alberto. Era un reto planteármelo y he aprendido mucho». Viajó a Teruel para comprobar que eran compatibles y él también visitó al perro en Madrid, para seguir luego un entrenamiento por tutoriales e internet.

Los días de Villalba comienzan con un paseo a con sus perros y regresa a casa para «vestirnos los dos», él y Xabat, con las correas especialmente diseñadas para ambos, un «traje a medida» del sastre Emilio Asiaín. «Hemos innovado sobre la marcha, porque los primeros diseños no eran tan funcionales y hemos realizado pruebas desde septiembre», cuenta Stewart. «Había materiales, como los mosquetones o las aperturas de mochila de apertura fácil que no servían para Alberto. Tuvimos que sustituirlos». «He ganado en independencia», asegura Villalba.

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