Diario de León

«Putin encarna el mal, pero él cree que es un héroe»

Camilla Läckberg, La gran dama del crimen nórdico se asocia con el mago Henrik Fexeus para indagar en lo más oscuro del alma en ‘El mentalista’

Henrik Fexeus y la autora sueca, Camilla Läckberg

Henrik Fexeus y la autora sueca, Camilla Läckberg

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

Alfredo valenzuela

Camilla Läckberg (Fjällbacka, 47 años) asocia el mal a «la necesidad de acumular poder» y de «utilizarlo para dañar a otros». No es extraño que la escritora sueca crea que Vladímir Putin es una encarnación del mal. «Pero él se tiene por un héroe», advierte la escritora, que vuelve a la arena editorial con El mentalista (Planeta). Novela escrita a cuatro manos con el también sueco Henrik Fexeus (Örebro, 50 años), un famoso ilusionista, presentador de televisión, experto en lenguaje corporal y comunicación no verbal que tiene, a su vez, una exitosa carrera como ensayista.

La disección del mal está en la esencia de esta truculenta y sanguinolenta novela escrita a cuatro manos. Aborda un asesinato en serie de extraordinaria violencia, indaga en la esencia de la maldad y explora la misoginia en el mundo de la magia. Y eso que no cree la escritora que haya que poner límites a la violencia en la literatura criminal. «Es arriesgado limitar la libertad de expresión, que es la herramienta más democrática que tenemos, y que debemos proteger en la vida civil y en la literatura», reivindica Läckberg. «Asocio el mal a la necesidad de juntar más y más poder, de acumularlo para utilizarlo arbitrariamente para causar daño a otros, pero sabiendo que, aún así, queda lugar para la esperanza y para la empatía», asegura la escritora. «Las personas malvadas no se perciben como tales a sí mismas. A Putin se le compara con Hitler, pero estoy segura de que él se percibe como un héroe que quiere devolver a Rusia la gloria y la grandeza del imperio perdido», argumenta. En Rusia hay censura y no se habla ni de guerra en Ucrania ni de intervención militar. Así que la mayoría de los rusos se perciben a sí mismos como los salvadores del pueblo ucraniano de las garras del nazismo», plantea Läckberg. «Parece claro que Putin es la encarnación del mal, pero él se tiene a sí mismo por un salvador, un héroe», insiste la novelista. «Hemos trabajado duro para que no se notara quién había hecho cada parte del libro. Tanto, que durante cuatro meses no le contamos a nadie, ni a nuestras familias, nada de este proyecto. El desafío era crear una voz única», explican los autores de El mentalista en un antiguo cine porno de Madrid reconvertido en una sala ‘cool’. Esta vez la trama gira en torno a un brutal asesinato en un parque de atracciones de Estocolmo, donde aparece el cuerpo de una joven atravesada por múltiples espadas dentro de una caja. La agente de policía Mina Dabiri, reservada y metódica, investiga el caso. Cuando se agotan todas las pistas, la policía recurre al conocido mentalista Vincent Walder para que les ayude a detectar indicios que podrían conectar el asesinato con el mundo del ilusionismo. Con la aparición de un nuevo cuerpo y una adivinanza, entenderán que se enfrentan a un despiadado asesino en serie y comenzarán una carrera a contrarreloj para descifrar los códigos numéricos y las trampas visuales que les tiende «una mente brillante y perversa». «Siempre he estado fascinada por la parte oscura del ser humano y he querido saber qué hace que unos maten y otros no», confiesa Läckberg, seducida por ese siniestro lado negro de la mente. Cree que «todos somos capaces de asesinar», aunque cambiarían los motivos y el móvil en función de cada cual. «Yo no asesinaría jamás por dinero o venganza, pero supongo que si siento a mis hijos amenazados, sí sería capaz de matar», dice.

tracking