Diario de León

«Con las vacunas, la estancia es mayor por patologías de base que por el virus»

UCI del Hospital San Juan de Dios. RAMIRO

UCI del Hospital San Juan de Dios. RAMIRO

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León

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carmen Tapia

LEÓN

Luis Iglesias Vela, médico especialista en Neumología, trabaja en el Hospital de San Juan de Dios de León desde el año 1993. Es coordinador médico de hospitalización desde 2018.

Mercedes Sahagún Lescún, enfermera graduada, trabaja en el Hospital San Juan de Dios desde el año 1989 como enfermera en diferentes unidades y servicios y como supervisora de la Unidad de Hospitalización de Medicina Interna desde hace 11 años.

En esta entrevista responden indistintamente a las preguntas sobre cómo ha vivido la pandemia del covid el hospital privado y concertado con la sanidad pública.

—¿Cuántos pacientes con covid han sido atendidos en el Hospital San Juan de Dios desde que comenzó la pandemia? ¿Todos son pacientes trasladados desde el Hospital de León?

—(Mercedes Sahagún) Cuando empezamos con la primera ola nuestro Hospital, en colaboración con el Complejo Asistencial Universitario de León (Caule) se organizó para tener pacientes libres de covid y asumimos otras patologías que nos derivaban para poder organizar allí las plantas necesarias para pacientes positivos. Posteriormente, cuando la pandemia se complicó, se ubicó en nuestro hospital una planta a este efecto. Nuestra organización ha sido dinámica en cuanto a tener que hacer cambios para ir adaptándonos a las diferentes olas.

—¿Cuál es el perfil de los pacientes atendidos y en qué servicios ingresaron?

—(M S) Hay que tener en cuenta que nuestros pacientes son en su mayoría pluripatológicos, polimedicados y de edad avanzada. El riesgo de complicaciones es, si cabe, mayor, y son personas muy dependientes que requieren de muchos cuidados. El equipo que los ha atendido es multidisciplinar, Medicina interna, Neumología y en caso necesario con interconsultas a otros especialistas. En la primera ola no conocíamos a penas nada de este virus, la información llegaba de manera confusa, trabajar así fue muy díficil, por supuesto no existían las vacunas. Ahora la situación es totalmente distinta, pacientes vacunados, la mayoría con la tercera dosis puesta, y en general los positivos son debido a contactos estrechos producidos dentro del ámbito de su entorno, intentando buscar también un equilibrio en cuanto al acompañamiento por parte de familiares, ya que en la primera ola la soledad fue peor que la pandemia y afectó muchísimo al personal, pacientes y familiares, los cuales tuvieron que sufrir estar separados de sus seres queridos en estas circunstancias.

—En esta sexta ola ¿qué diferencias están notando con respecto a las olas anteriores?

— (M S) Las diferencias se manifiestan sobre todo en cuanto a la gravedad y tiempo de aislamiento que con la vacunación ha disminuido y ha sido muy importante en la evolución de la enfermedad, por lo tanto me parece que hay que destacar y tomar conciencia de lo que ha supuesto el tener vacunas tan pronto ganando tiempo al virus, no permitiendo que volviéramos a tener los datos de fallecimientos de la primera ola. Muchos pacientes han sido asintomáticos y su tiempo de estancia ha dependido más de la enfermedad de base que ya tenían al ingreso.

—¿Cómo se ha organizado el Hospital en esta sexta ola?

—(M S) La organización del Hospital ha sido muy dinámica y nos hemos ido adaptando a las diferentes situaciones gracias a la implicación y al trabajo realizado por todo el equipo de profesionales del que formo parte. En estas últimas olas hay una sensación de dejá vu en los profesionales porque parece que no ves el fin, hay miedo a vivir la misma pesadilla que en la primera ola, pero también estamos más preparados y sabemos mejor a lo que nos enfrentamos. Las familias y los pacientes han tenido mucha paciencia y hemos intentado hacer un equipo entre todos, facilitando la comunicación tanto con el personal sanitario a través del teléfono como con sus familiares a través de videollamadas para paliar la soledad del aislamiento.

—¿Tienen algún servicio especial para los pacientes con secuelas por el covid?

—(Luis Iglesias Vela) Desde hace unos meses contamos con una consulta post-covid en la que estamos implicados facultativos de varias especialidades para aportar un enfoque multidisciplinar en el cuidado de estos pacientes. Estamos preocupados por el número de personas que pueden continuar con síntomas después de la enfermedad aguda. Aprovecho para decir que la mejor manera de prevenir los síntomas prolongados o las secuelas es no contagiarse por el virus, y para ello lo mejor es estar vacunados y ser prudentes en nuestras relaciones sociales.

—¿Cuánto tiempo de media están ingresados los pacientes?

—(L I V) Nuestros pacientes presentan edad avanzada, múltiples patologías y suelen presentar estancias hospitalarias largas, muchas veces en relación con esas otras patologías.

—Tal y como evoluciona la pandemia ¿cree que es acertado de ‘gripalizar’ la estrategia?

—(L I V) Creo que los especialistas sanitarios, y en general todo tipo de expertos, debemos opinar sobre nuestro ámbito de trabajo, en mi caso la actividad médica clínica, y no me considero autorizado para dar una respuesta en el campo de la epidemiología. Solo diré lo que parece evidente, que es difícil mientras estemos inmersos en esta ola de contagios, ¿después? dependerá de la propia dinámica del virus. Cuando el comportamiento del virus nos lo permita, será el principio del final de la pandemia.

—¿Cree que habrá más olas?

—(L I V) De nuevo voy a darle la opinión de un médico clínico de trinchera. Parece haber consenso científico en que la situación mejora claramente, pero el momento en que alcanzaremos una normalidad parecida a la anterior a la pandemia no está claro. Si en ese camino hacia la normalidad vamos a tener algún otro susto como nuevas olas o nuevas variantes creo que no se puede asegurar ni descartar todavía. La humanidad siempre se ha enfrentado a pandemias y han acabado pasando.

—¿Qué diferencias hay en las secuelas que deja las neumonías por coronavirus y las neumonías por otros virus o bacterias?

—(L I V) Lo que más nos ha llamado la atención del virus SARS-CoV-2 a nivel pulmonar es su capacidad para provocar fibrosis pulmonar, que en muchos casos mejora significativamente tras la recuperación, pero en otros pacientes se observa un daño irreversible. En otros aspectos el virus se comporta como una enfermedad sistémica con síntomas de múltiples órganos como se está comentando ampliamente en los medios de comunicación. Por otro lado, también es notable el porcentaje de pacientes en los que observamos síntomas persistentes, que se estima por en encima del 10%. Si bien esto se ve en algunas otras infecciones, no con tanta frecuencia.

—¿Cómo han evolucionado los tratamientos?

—(L I V) En la primera ola estábamos a ciegas, probando tratamientos que se pensaba que podrían ser eficaces según la fisiopatología del virus. Hoy sabemos que antiinflamatorios potentes como los corticoides, tocilizumab y otros, son eficaces en la fase avanzada de la enfermedad y evitan ingresos en UCI. Para los momentos iniciales lo adecuado serían fármacos antivirales que eviten la replicación del virus, administrados de manera precoz. Ya se ha utilizado desde hace tiempo el Remdesivir por vía intravenosa, si bien con resultados discretos; según los últimos estudios probablemente por utilizarlo tarde en la evolución de la enfermedad. Creo que los antivirales por vía oral que se están anunciando, de los que dispondremos en un futuro próximo, supondrán un cambio decisivo en el tratamiento y probablemente en la evolución de la pandemia, si se confirma en el mundo real la efectividad que demuestran en los estudios.

—¿Qué cree que hace falta en estos momentos en la estrategia sanitaria para la atención de los pacientes?

—(L I V) El pasado año, 55 sociedades científicas españolas (prácticamente de todas las especialidades médicas) publicaron un manifiesto bajo el lema En salud, ustedes mandan pero no saben reclamando una dirección científica y la necesidad de implantar un protocolo nacional que, con las adaptaciones a la realidad en cada territorio, establezca criterios comunes. La mayoría de los sanitarios estamos de acuerdo en estos principios.

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