El efecto fin de semana rebaja a 24 los nuevos casos y alivia los hospitales

La meseta que tanto está costando doblar para lograr un descenso definitivo de la curva de coronavirus en León parece que va cediendo. A ello ayuda el efecto fin de semana, que ha dotado a los datos de la última jornada de una cierta calma chicha, con sólo nueve altas más (que dejan en 1.407 la lista de personas curadas en la provincia), dos pacientes menos en planta (continúan 90), los mismos en las UCIs (26) y 24 positivos nuevos (once menos que la jornada anterior). El número de fallecidos repuntó, no obstante, al producirse seis decesos nuevos frente a los tres que se venían registrando en cada uno de los últimos días. En total, se han contabilizado 375 muertos desde el inicio de la pandemia que encumbran a León al triste primer puesto autonómico de esa estadística.

Por su parte, Castilla y León registró un descenso de casos positivos con 230, alcanzando los 21.229. De altas hospitalarias ya se han dado 6.900, y los fallecidos se incrementaron en 23. En la lista de muertos, 1.818 son en hospitales, 18 más, y 613 en residencias, también cinco más, con además 1.082 muertos de residencias con síntomas compatibles.

La Comunidad acumula el 14% de los 838 casos detectados por PCR en España. El país posee una tasa de incidencia acumulada en los últimos 14 días por 100.000 habitantes del 57,94, que se eleva a 118,73 en el caso de Castilla y León, la segunda más elevada después de los 129 de Cataluña. Con estos datos, Castilla y León se acerca al umbral del centenar de casos nuevos diarios, algo que no ocurría desde el inicio de la incidencia de la pandemia y mantiene su tendencia a la moderación de los nuevos casos pese a que actualmente se realizan más test.

DUDAS SOBRE LAS TRANSFUSIONES

Por otro lado, la transfusión de plasma sanguíneo de curados a pacientes graves de Covid que parecía una buena idea para luchar contra la enfermedad no está dando por ahora los resultados apetecidos. «En muchos pacientes que han pasado la enfermedad o han dado positivo no se detectan bien los anticuerpos contra el coronavirus, con lo que no se puede utilizar ese plasma», aseguró el presidente de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia, Ramón García Sanz, que trabaja en el hospital de Salamanca. Este tratamiento experimental es en realidad muy antiguo. Ya se utilizó en 1918 para tratar de contener el virus de la gripe española y redujo a la mitad su letalidad. En 2003 demostró su valía en el brote de síndrome respiratorio agudo grave (Sars) y en 2014 con el de ébola. «Seguimos sin saber si el plasma de pacientes que han sufrido el coronavirus es útil para otros», señala García, quien ve que la estrategia comporta riesgos.