Un ejército de cenicientas ante el virus

Son las primeras que llegan y las últimas que se van. Más de 4.000 personas trabajan en la provincia de León en el sector de limpieza de edificios y comunidades. El 80% son mujeres, según apunta Óscar Cueto, secretario de la FesMC de UGT en León.

Son las ‘cenicientas’ que a diario limpian, desinfectan y sacan brillo a los espacios por los que transita la vida en las escaleras, ascensores, portales, juzgados, centros de salud, hospitales y edificios oficiales. Están en todas partes. Incluso en los vestuarios donde se cambian los operarios municipales de la limpieza viaria.

«Antes pasábamos desapercibidas, como si fuéramos transparentes. La gente no te ve», comenta Camino Alonso, limpiadora en el Servicio Municipal de Limpieza Viaria y Recogida de Residuos del Ayuntamiento de León. Con la crisis sanitaria del coronavirus la misión del ejército de limpiadoras ha cobrado un valor singular y ha sacado a relucir su aportación al bienestar de la sociedad. «Pasamos a tener la importancia que tenemos realmente», sentencia.

También ha puesto el foco sobre los riesgos que corren, no siempre con la protección debida, denuncia una trabajadora, en el entorno sanitario al no ser consideradas personal sanitario aunque su misión sea precisamente garantizar la limpieza de estos espacios. «Tenemos muchísimo más trabajo, presión y miedo», subraya.

Una de cada cinco limpiadoras no está trabajando y no hay reposición, alega. Ahora limpian hasta los televisores porque se han convertido en un servicio gratuito. Y siguen con las PDA en sus bolsillos, que hay que introducir en un dispositivo de cada habitación que limpian. Estas máquinas registran el tiempo que emplean en cada habitación.El Covid-19 genera más basura y los cubos rígidos se llenan rápidamente. Las trabajadoras se rotan por todos los servicios del y de día en día han visto aumentar las plantas ocupadas por pacientes con coronavirus o sintomáticos.

El Servicio Municipal de Limpieza Viaria y Recogida de Residuos Urbanos extremó las medidas de protección desde el minuto uno. «Nos dieron mascarilla y gafas protectoras, además de los guantes y nos cambiaron los turnos para minimizar los riesgos», señala Camino Alonso.

Todo el equipo de conductores de camiones y barredoras está organizado en turnos diferentes con retenes para evitar quedar sin nadie en el servicio en caso de que se produjera algún contagio. Tanto la maquinaria como los vestuarios, duchas y servicios son sometidos a desinfecciones de ozono para garantizar la máxima protección. El comedor está clausurado y tampoco se puden usar las máquinas.

Camino Alonso en los vestuarios del servicio de limpieza. RAMIRO

En la pequeña empresa La Cenicienta han reforzado las medidas de protección de las trabajadoras y el sistema de trabajo para una mejor desinfección de los portales, escaleras y ascensores. Manillares de las puertas, barras, buzones, interior de los ascensores, timbres... Hay que limpiar hasta la última rendija.

La mayoría de las empresas de limpieza están trabajando aunque en algún caso con reducción de personal debido a que se han caído ciertos servicios.Incluso algunas, como es el caso de La Cenicienta, se especializan en la desinfección de comunidades y domicilios particulares de personas quen sufrido la infección por Codi-19 y están hospitalizadas.

El personal de limpieza que se ha quedado en paro es el que trabaja en el sector de hostelería, se estima que en torno a unas 3.000 personas en la provincia. Las ‘Kellys’ o camareras de piso se han visto afectadas, salvo contados casos, por el cierre de los hoteles.